Redacción Mx Político.- Un equipo de investigadores de la Universidad de Rhode Island, en colaboración con un colega de la Universidad de Richmond, descubrió que a pesar de las leyes que prohíben la venta de tortugas recién nacidas, existe un próspero mercado en línea para ellas en los EE. UU. En su artículo publicado en el revista de acceso abierto PLOS One, el grupo describe su encuesta de sitios en línea que venden tortugas y si dichos sitios se adhieren a las regulaciones federales.
En la década de 1960 y principios de la de 1970, las tortugas se hicieron populares como mascotas en los Estados Unidos. Investigaciones anteriores han demostrado que hasta el 4% de todos los hogares tenían al menos una tortuga, y que la mayoría de las tortugas que se vendían en ese entonces eran crías. Este arreglo significaba que los vendedores no tenían que alimentar a las tortugas por mucho tiempo y los compradores las tenían por el mayor tiempo posible.
Pero a medida que las tortugas se volvieron más populares, la comunidad médica comenzó a ver muchos casos de transferencia de enfermedades de las tortugas a sus anfitriones; el principal de ellos fue la salmonelosis, que enfermó a los niños. Eso llevó a los funcionarios de EE. UU. a prohibir la venta de tortugas pequeñas. En este nuevo esfuerzo, los investigadores se preguntaron si la prohibición de tales ventas está impidiendo la venta de crías, los principales portadores de enfermedades, en los EE. UU. Para averiguarlo, comenzaron a buscar en Internet lugares para comprar tortugas.
Encontraron 16 sitios web que se dedicaban activamente a vender tortugas de menos de cuatro pulgadas de tamaño. También señalan que la mitad de esos sitios no advirtieron a los compradores sobre el riesgo de enfermedad que representaba la compra de tales tortugas o no mencionaron las leyes relativas a su venta.
Los investigadores concluyen que existe un próspero comercio de mascotas en línea que involucra tortugas recién nacidas en los EE. UU. debido a una variedad de factores. El primero es la continua popularidad de las tortugas como mascotas, a pesar de los peligros que implican. El segundo es la aplicación ad hoc de la venta de crías. También señalan que la aplicación de tales reglas es probablemente una prioridad baja entre los funcionarios debido a problemas de vida silvestre mucho más apremiantes, como la venta de animales peligrosos o en peligro de extinción.
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