Alerta Sanitaria: Los roedores y su riesgo en la transmisión de la Viruela del Mono (Mpox)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elevado la alarma global ante el crecimiento de casos de viruela del mono, y una nueva fuente de contagio está ganando atención: los roedores. La empresa Soluciones Integrales en Fumigación S.A. de C.V. (SIFSA) ha emitido una advertencia crucial sobre el papel potencial de estos animales en la propagación del virus del mpox.
Roedores: Nuevos Vectores de Riesgo
Emmanuel Rosales, experto en manejo sustentable de fauna nociva de SIFSA, reveló que la OMS ha identificado a los roedores como posibles vectores del virus de la viruela del mono. Aunque hasta ahora la mayoría de los casos en México se han transmitido principalmente entre humanos, por contacto cercano, la presencia de roedores podría introducir un nuevo riesgo. La preocupación aumenta con la aparición de una variante más transmisible del virus.
¿Cómo Pueden Transmitir el Virus?
Rosales explicó que, aunque la transmisión del virus del mpox por roedores es aún considerada poco común, no debe ser descartada. En ambientes con alta población de roedores, el riesgo de transmisión crece. Estos animales suelen moverse en lugares que los humanos frecuentan, como cañerías y cocinas, dejando heces, orina y saliva que pueden contener el virus. Estos residuos representan no solo un peligro para la viruela del mono, sino también para otras enfermedades graves como el hantavirus y diversas infecciones gastrointestinales.
Incremento de Casos y Medidas Preventivas
El Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE) reportó un aumento significativo en los casos de viruela del mono en México, alcanzando los 320 casos confirmados en el último mes, un incremento del 25% respecto al mes anterior. Ante esta creciente preocupación, SIFSA ha lanzado recomendaciones para minimizar el riesgo de contagio a través de roedores.
Recomendaciones para Evitar el Contagio
Para protegerse, SIFSA sugiere mantener las viviendas limpias y ordenadas, almacenar alimentos en recipientes sellados y evitar el contacto con roedores y otros animales silvestres. También es fundamental lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de estar en contacto con áreas que podrían estar contaminadas.
Aunque el riesgo de transmisión a través de roedores es bajo, las condiciones insalubres y una alta presencia de estos animales pueden facilitar la propagación del virus. Por ello, es crucial seguir las medidas de higiene recomendadas y estar atentos a cualquier posible fuente de contagio.