En medio de crecientes tensiones migratorias y decisiones controvertidas de Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha afirmado categóricamente que México no ha endurecido sus políticas migratorias.
En su conferencia de prensa matutina de hoy, jueves 6 de junio, AMLO rechazó las acusaciones de que su gobierno esté violando derechos humanos o incrementando deportaciones, a pesar del reciente desalojo de un campamento de migrantes en la Plaza Giordano Bruno, Ciudad de México.
«Nosotros no reprimimos»: AMLO defiende su Política Migratoria
Interrogado sobre si las políticas migratorias de México se han endurecido tras una llamada con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la decisión de limitar las solicitudes de asilo en ese país, López Obrador respondió de manera tajante: «No, no, no».
El presidente se esforzó en subrayar las diferencias entre su administración y las prácticas históricas de represión: «Nosotros no desaparecemos, no violamos derechos humanos, nosotros no torturamos, nosotros no reprimimos, no ordenamos masacres».
Contexto del Desalojo en Plaza Giordano Bruno
La controversia surgió luego del desalojo nocturno de docenas de migrantes que habían establecido un campamento en la Plaza Giordano Bruno, una conocida plaza en el centro de la Ciudad de México. Las imágenes del desalojo rápidamente se difundieron en medios y redes sociales, generando críticas y preocupaciones sobre un posible cambio en la política migratoria del país. Sin embargo, López Obrador insistió en que estas acciones no representan un endurecimiento de las políticas migratorias, sino más bien un intento de mantener el orden público sin recurrir a la represión.
Relación con Estados Unidos y Políticas de Asilo
La relación migratoria entre México y Estados Unidos siempre ha sido un tema delicado, especialmente con las recientes restricciones impuestas por la administración Biden para limitar las solicitudes de asilo. Durante la conferencia, AMLO enfatizó que la política de su gobierno es distinta y que no hay deportaciones masivas ni violaciones sistemáticas de derechos humanos en territorio mexicano. Reiteró que su administración trabaja en coordinación con las autoridades estadounidenses, pero que México mantiene su soberanía y principios humanitarios en el manejo de la crisis migratoria.
