La periodista de investigación Anabel Hernández ha levantado una polémica al afirmar que el cantante de corridos tumbados, Peso Pluma, se ha convertido en un importante instrumento de propaganda para el Cártel de Sinaloa, específicamente para la facción conocida como Los Chapitos.
En una reciente entrevista, Hernández argumentó que la música del artista no solo glorifica al crimen organizado, sino que también busca legitimar sus actividades ilícitas.
Peso Pluma y su relación con el narcotráfico
Hernández, quien presentó su libro «La Historia Secreta» en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, explicó que Peso Pluma, cuyo nombre real es Hassan Emilio Kabande Laija, está íntimamente relacionado con la narrativa del narcotráfico.
“Es un personaje muy importante, mucho más de lo que imaginamos, dentro del mundo del crimen organizado y en el clan de Los Chapitos”, comentó la periodista.
La autora destacó que a través de sus canciones, Peso Pluma ha contribuido a la difusión de la leyenda de Los Chapitos, ayudando a que su imagen se disperse no solo en México, sino a nivel internacional. “Estamos hablando de que esta narcopropaganda está rompiendo fronteras”, afirmó.
Normalización del Crimen
Hernández advirtió que las letras de Peso Pluma están normalizando el crimen organizado en la sociedad. “A través de estos himnos, que la gente canta y baila sin ninguna reflexión, se hacen cómplices de este narcosistema”, explicó.
La periodista enfatizó que esta situación representa un grave problema, ya que permite que el crimen se normalice y se acepte como parte de la cultura popular.
Además, mencionó que Peso Pluma ha sido utilizado para difundir mensajes que benefician al Cártel de Sinaloa, sugiriendo que su carrera podría haber sido financiada por esta organización criminal a cambio de promover sus acciones.
Con su creciente popularidad y nominaciones a premios como los Grammy y los MTV Europe Music Awards, Peso Pluma ha trascendido las fronteras nacionales.
Hernández subrayó que su música no solo se escucha en México, sino también en otros países, lo que amplifica el alcance de la narcopropaganda. “Ya no hablamos de un cantante confinado a una fama nacional”, dijo.
