La reciente contienda electoral en México, llevada a cabo el 2 de junio, ha puesto en evidencia no solo las preferencias del electorado, sino también el enorme gasto que implica una campaña presidencial.
Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, las principales contendientes, invirtieron conjuntamente casi 800 millones de pesos en sus respectivas campañas. Este gasto se traduce en costos significativos por cada voto obtenido, revelando el precio elevado de la democracia en términos financieros.
Desglose de Gastos y Votos Obtenidos
Claudia Sheinbaum, candidata de Sigamos Haciendo Historia, destinó un total de 331 millones 954 mil 840.25 pesos a su campaña. Con 33.2 millones de votos a su favor, cada voto le costó aproximadamente 9,990 pesos.
Este gasto se desglosa en varias categorías, siendo la más significativa la propaganda en vía pública, con un gasto de 138 millones 120 mil 499.42 pesos.
Además, Sheinbaum invirtió 124 millones 235 mil 838 pesos en propaganda general y 37 millones 286 mil 891.55 pesos en publicidad en redes sociales e internet.
Por otro lado, Xóchitl Gálvez incurrió en un gasto total de 504 millones 522 mil 670.81 pesos.
Con 15 millones 620 mil 726 votos obtenidos, el costo por voto asciende a 32,298 pesos, más del triple del costo por voto de Sheinbaum.
Los gastos de Gálvez se concentraron en publicidad en redes sociales e internet, con una inversión de 148 millones 786 mil 613.29 pesos, seguida por 134 millones 706 mil 699.24 pesos en propaganda en vía pública y 102 millones 402 mil 765.96 pesos en propaganda utilitaria.
Jorge Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano, gastó un total de 331 millones 374 mil 095.35 pesos. Al igual que Sheinbaum, Álvarez Máynez destinó un 41% de su presupuesto a propaganda.
Fiscalización y transparencia del INE
El Instituto Nacional Electoral (INE) realizó una exhaustiva fiscalización de los gastos de ambas candidatas, detallando no solo los montos totales sino también los destinos específicos de los recursos.
Este proceso de fiscalización es crucial para garantizar la transparencia y legalidad en el uso de fondos durante las campañas electorales.
La fiscalización revisa el origen, monto, destino y aplicación de los recursos, asegurando que cada peso gastado esté debidamente registrado y justificado.
El alto costo por voto en las campañas de Sheinbaum y Gálvez plantea varias preguntas sobre la eficiencia y eficacia del gasto electoral.
Si bien la inversión en publicidad y propaganda es esencial para alcanzar y persuadir a los votantes, los enormes montos gastados sugieren la necesidad de revisar y posiblemente reformar las estrategias de financiamiento de campañas.
Con información de Infobae
