El asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, ha dejado a la capital de Guerrero sin un líder justo una semana después de que asumió el cargo.
Arcos, quien llegó a la alcaldía por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), fue decapitado por criminales, lo que ha generado incertidumbre sobre quién ocupará ahora la vacante.
Alejandro Arcos ganó las elecciones del pasado 2 de junio, derrotando a Morena, pero su trágico final ha abierto un interrogante sobre el futuro político de la ciudad.
Según el artículo 24 de la Ley de Instituciones y Procedimientos Electorales del Estado de Guerrero, las vacantes en cargos locales deben ser cubiertas por los suplentes designados.
En este caso, el candidato suplente registrado por el PRI es Gustavo Alarcón Herrera, quien previamente se postuló para la alcaldía en 2021 por el Partido Acción Nacional (PAN), aunque no tuvo éxito. Hasta el momento, Alarcón no ha hecho un pronunciamiento público sobre si asumirá el cargo vacante.
La situación también ha llevado a especulaciones sobre si la Cuarta Transformación (4T) se beneficiará de esta tragedia.
La Ley Orgánica del Municipio Libre de Guerrero, en su artículo 93, establece que si los suplentes no asumen el cargo, el Ejecutivo, en este caso la gobernadora Evelyn Salgado, tendrá la facultad de proponer una terna de candidatos al Congreso del Estado para su autorización.