Asesinato del general ruso Kirílov aumenta la tensión en el conflicto ucraniano
El reciente asesinato del teniente general Ígor Kirílov, jefe de las tropas de protección radiológica, química y biológica de Rusia, ha generado una creciente preocupación sobre la posible escalada del conflicto en Ucrania.
El ministro de Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, advirtió que este atentado plantea una «grave amenaza» y podría complicar los esfuerzos por lograr la paz en la región.
Kirílov perdió la vida el 17 de diciembre tras una explosión provocada por un artefacto oculto en un patinete eléctrico, ubicado a la entrada de su edificio en Moscú.
Junto a él, también murió uno de sus ayudantes. Según la información preliminar, el artefacto contenía una potencia equivalente a 200 gramos de trilita. Las autoridades rusas han abierto un caso penal por asesinato y atentado terrorista.
De acuerdo con el Comité de Investigación de Rusia, el autor del atentado es un ciudadano uzbeko que fue reclutado por la inteligencia ucraniana.
Se le prometió un pago de 100,000 dólares y residencia en un país de la Unión Europea. El sospechoso utilizó un automóvil alquilado para vigilar a Kirílov y activó el explosivo a distancia tras recibir una señal desde Ucrania.
Szijjarto expresó su deseo de que Ucrania recupere la paz y subrayó que cualquier escalada en las tensiones antes de la ceremonia de investidura del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, podría tener un «impacto muy negativo» en las posibilidades de alcanzar un acuerdo pacífico.
Hungría se ha ofrecido a ser sede para posibles negociaciones entre Rusia y Ucrania, manteniendo su disposición para facilitar el diálogo.