Biden celebra caída de Assad como un acto de justicia, pero advierte sobre riesgo en Medio Oriente
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó la reciente caída del régimen de Bashar al-Asad en Siria como un “acto fundamental de justicia” después de décadas de represión.
Sin embargo, también advirtió que este desarrollo representa “un momento de riesgo e incertidumbre” para la región, tras más de una docena de años de guerra civil.
Un Cambio Significativo en Siria
Biden hizo estas declaraciones desde la Casa Blanca, horas después de que grupos rebeldes completaran la toma del país. «Tras 13 años de guerra civil y más de medio siglo de brutal gobierno autoritario, las fuerzas rebeldes han obligado a Assad a huir», afirmó el mandatario. Este cambio drástico se produce en un contexto donde los partidarios del régimen, como Rusia e Irán, han visto debilitada su influencia.
El presidente estadounidense atribuyó el colapso del régimen a los esfuerzos de Estados Unidos y sus aliados por debilitar a los apoyos internacionales de Assad.
«Nuestro enfoque ha cambiado el equilibrio de poder en Medio Oriente», declaró Biden, destacando que por primera vez, los aliados del régimen no podían sostener su control.
Diálogo con Grupos Sirios
Biden enfatizó que Estados Unidos buscará establecer un diálogo con «todos los grupos sirios» para facilitar una transición política hacia una Siria independiente y soberana. «Intercambiaremos con todos los grupos sirios para establecer una transición hacia una nueva constitución y un nuevo gobierno al servicio de todos los sirios», afirmó.
Sin embargo, el presidente también advirtió que algunos grupos rebeldes tienen antecedentes preocupantes relacionados con el terrorismo y violaciones a los derechos humanos. «Permaneceremos vigilantes», dijo Biden, subrayando que no solo evaluarán las palabras de estos grupos, sino también sus acciones a medida que asumen mayores responsabilidades.
La Presencia Militar Estadounidense
A pesar del cambio en la situación política, Biden confirmó que Estados Unidos mantendrá su presencia militar en Siria para prevenir el resurgimiento del Estado Islámico. Actualmente, hay alrededor de 900 efectivos estadounidenses en el país, trabajando principalmente con aliados kurdos en el noreste para asegurar la estabilidad en la región.
El presidente también mencionó que las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo “docenas” de ataques aéreos de precisión contra campamentos del Estado Islámico el mismo día en que se anunció la caída del régimen.