California protege datos cerebrales con nueva ley de privacidad
En un paso innovador hacia la protección de la privacidad, el gobernador Gavin Newsom firmó el fin de semana una ley que extiende la protección de datos a las ondas cerebrales recolectadas por dispositivos implantados o de uso portátil. Este nuevo marco legal modifica la Ley de Privacidad del Consumidor de California, alineándola con las normativas europeas como el GDPR, y clasifica los «datos neuronales» como información personal protegida, al igual que la geolocalización precisa, la genética y los biométricos.
Sean Pauzauskie, director médico de la Neurorights Foundation, calificó la ley como «una victoria enorme» para los pacientes con trastornos mentales y para los consumidores que buscan mejorar sus vidas con tecnologías emergentes. La organización no gubernamental co-patrocinó el proyecto de ley junto a un senador estatal, destacando que «los guardrails esenciales de privacidad que asegura esta ley deberían aumentar la confianza en todas las variedades de estas neurotecnologías revolucionarias, la mayoría de las cuales tienen sede en California».
Con esta legislación, California se convierte en el segundo estado, después de Colorado, en ofrecer protecciones de datos para las ondas cerebrales, estableciendo salvaguardias de privacidad similares a las aplicadas a las huellas dactilares. Según Jared Genser, abogado general de la NeuroRights Foundation, la ley envía «una señal clara a la industria de neurotecnología de rápido crecimiento» sobre la necesidad de proteger la privacidad mental de las personas.
Las protecciones que ofrece la nueva ley incluyen el derecho a conocer qué datos cerebrales se están recopilando, limitar su divulgación y optar por la eliminación de esta información. Esta legislación se aplica a dispositivos que puedan grabar o alterar la actividad del sistema nervioso, ya sean implantados o de uso portátil.
La capacidad de estos dispositivos para acceder a los pensamientos y emociones de las personas ha suscitado preocupaciones sobre su posible uso para manipular sentimientos o pensamientos. «En los próximos años, la sensibilidad de los datos neuronales aumentará junto con las crecientes inversiones, lo que resultará en una mayor resolución de los escaneos cerebrales y en la recopilación de conjuntos de datos más grandes», predice la NeuroRights Foundation.
Mientras tanto, la inteligencia artificial generativa continuará acelerando la capacidad para decodificar con precisión estos escaneos. Entre los pioneros en esta tecnología se encuentra el multimillonario Elon Musk, con su startup Neuralink, que busca conectar cerebros y computadoras. Musk imagina que los implantes de Neuralink no solo restauren la vista a las personas ciegas, sino que también les permitan ver en infrarrojo o ultravioleta y compartir conceptos telepáticamente. «Queremos darle a la gente superpoderes», afirmó Musk. «No solo restauramos su funcionalidad anterior, sino que les damos una capacidad mucho mayor que la de un humano normal».
