Celebran cinco décadas de trayectoria literaria de Juan Manz Alaniz en la Sala Adamo Boari
Como parte del ciclo Regeneraciones, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), rindieron un homenaje al poeta sonorense Juan Manz Alaniz, por sus 50 años de trayectoria como escritor y promotor cultural, en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.
En su oportunidad, la poeta Maricarmen Velasco destacó el papel que Juan Manz ha tenido como promotor cultural en su estado natal, y a quien conoció durante la XXI edición del Encuentro Internacional de Escritores Bajo el asedio de los signos, que el mismo escritor dirige:
“Generador de sinergias, Manz ofrece lecturas y dialoga con alumnos de diversas escuelas primarias, secundarias y de nivel superior. Organiza cursos de poesía, intercambios de lecturas literarias, coordina talleres, presenta los libros de otros y los propios”, agregó.
Respecto a su obra, la autora refirió: “Es mucha la tinta que ha vertido su pluma sobre su trabajo con la tierra. Todo un registro poético va dando cuenta de las etapas del cultivo del trigo, la aparición de la plántula, el desarrollo paciente del tallo, el verdear de los tallos, hasta llegar al dorado prodigio de la espiga.”
Por su parte, el escritor Eduardo Langagne, quien recibió en 2010 la Medalla de Plata que lleva el nombre del poeta sonorense, destacó la minuciosidad y esmerada manera en la que cultiva sus textos, así como el ritmo de su poesía, y la gran fuerza en su expresión intimista, considerándolo un poeta de búsqueda permanente y fidelidad en el trabajo poético.
“Juan Manz es un poeta que sabe que la poesía encuentra palabras que vuelan por encima del dolor, de la miseria humana. Esa es una tarea poética esencial durante todas las épocas de la humanidad… Su escritura exalta las posibilidades del poema que convive y comparte expresión, tanto en las extensiones amplias y en las breves… Juan siembra apasionadamente su experiencia poética”.
Posteriormente, el poeta y ensayista José Ángel Leyva se refirió a Juan Manz como un referente central de la poesía sonorense, un poeta vinculado a la tierra, cuya escritura no podría comprenderse sin su oficio de agricultor: “Su poética brota de una visión particular de la vida, de los vínculos terrenales y divinos del hombre, de la humanidad y la naturaleza, de la palabra y la tierra”.
También refirió la llegada de Juan Manz Alaniz a la poesía por el lado del inconsciente: “el inconsciente que huele a tierra a hervor de larvas, a recuerdos que habitan el subsuelo hasta que hacen eclosión bajo la luz meridiana de la poesía, y de ese cazador convertido en agricultor de sus deseos, un viajero imaginario por los dominios de lo indecible y lo incontable”.
Juan Manz Alaniz agradeció a su familia, así como a sus ponentes y amigos, y dio lectura a diversos poemas incluidos en su libro Panal de luces (2002), actividad la cual estuvo a cargo de la poeta Maricarmen Velasco, el poeta y traductor Eduardo Langagne, el narrador y ensayista José Ángel Leyva, moderados por la subdirectora de Literatura y Autores, Jenifer Balderas.
Para concluir, se dio un reconocimiento al poeta de Ciudad Obregón por sus 50 años de trayectoria como escritor y promotor cultural, y por su contribución a la literatura, un legado literario que debe preservarse y compartirse a las nuevas generaciones.