China critica las restricciones de EE. UU. a la exportación de tecnología de inteligencia artificial
China ha expresado su firme oposición a las nuevas restricciones impuestas por Estados Unidos sobre la exportación de tecnología de inteligencia artificial (IA), calificando estas medidas como un intento de «politizar y usar la economía y la tecnología como armas de represión».
El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Guo Jiakun, hizo estas declaraciones en una rueda de prensa, donde también advirtió que estas acciones perturban el orden económico y comercial internacional.
Impacto en las cadenas globales
Guo señaló que las restricciones estadounidenses «afectan la estabilidad de las cadenas globales de producción y suministro» y perjudican los intereses de empresas tanto en China como en Estados Unidos y en todo el mundo.
Además, denunció que estas medidas son parte de un esfuerzo por mantener la hegemonía tecnológica de EE. UU. y podrían desencadenar una «nueva Guerra Fría tecnológica».
El portavoz también destacó que numerosas empresas y asociaciones tecnológicas estadounidenses han expresado su oposición a las políticas de la administración del presidente Joe Biden.
«China se opone firmemente a estas restricciones y adoptará medidas firmes para salvaguardar los derechos e intereses legítimos de sus empresas», afirmó Guo.
La IA como recurso compartido
Guo enfatizó que la inteligencia artificial debería ser considerada «un recurso compartido de la humanidad» y no una herramienta para los privilegiados. En este sentido, China ha promovido iniciativas globales para la gobernanza de esta tecnología, incluyendo una resolución sobre la construcción de capacidades en la Asamblea General de la ONU.
“China continuará trabajando con todas las partes para defender la apertura sin barreras, la conectividad sin desacoplamientos y la igualdad sin discriminación”, agregó el portavoz.
Nuevas restricciones estadounidenses
Las restricciones impuestas por EE. UU., anunciadas recientemente por el Departamento de Comercio, buscan limitar el acceso a procesadores avanzados de IA bajo el argumento de proteger la seguridad nacional. Sin embargo, estas medidas han sido criticadas por su potencial impacto negativo en las cadenas globales de suministro.
A pesar de que se excluyen a 18 aliados clave, como Canadá y Alemania, se restringe la adquisición de tecnología a países como Brasil, México y Singapur, que podrán adquirir un máximo de 50 mil procesadores avanzados.