Daniel Ortega refuerza control migratorio en Nicaragua
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha presentado una reforma a la ley de migración que intensifica el control sobre la entrada y salida del país.
Esta nueva legislación incluye medidas drásticas como el retiro de la nacionalidad y penas de cárcel para quienes crucen las fronteras de manera ilegal, en un intento por desestabilizar lo que el gobierno considera amenazas a la soberanía nacional.
Detalles de la Reforma
La propuesta de ley, que se espera sea aprobada por el Parlamento controlado por el oficialismo, establece que los «traidores a la patria» perderán su nacionalidad, una disposición respaldada por una reciente reforma constitucional.
Desde febrero de 2023, el gobierno ya ha despojado de su nacionalidad a aproximadamente 450 opositores, incluidos políticos, periodistas y activistas de derechos humanos.
La nueva ley impone penas de dos a seis años de prisión para aquellos que ingresen o salgan del país ilegalmente con el objetivo de «menoscabar» la soberanía o «alterar el orden constitucional».
Ortega justifica estas medidas como necesarias para proteger al país de actos terroristas y desestabilizadores.
Impacto en la Población Nicaragüense
La reforma ha suscitado preocupación entre los nicaragüenses, especialmente entre aquellos que se oponen al régimen. Muchos críticos del gobierno han huido a países vecinos como Costa Rica, utilizando «puntos ciegos» en la frontera para escapar de la represión.
La ley también contempla la expulsión de quienes intenten ingresar al país por rutas no autorizadas.
Organizaciones humanitarias han denunciado casos de apatridia entre nicaragüenses, quienes, aunque figuran como ciudadanos según la legislación, no pueden disfrutar de los derechos asociados a su nacionalidad. Grupos como periodistas, defensores de derechos humanos y activistas están entre los más afectados.
Reacciones Internacionales y Contexto Político
Desde las protestas masivas en 2018 que resultaron en más de 300 muertes, según la ONU, Ortega ha endurecido su control sobre la oposición.
Las reformas propuestas forman parte de un esfuerzo más amplio para consolidar su poder y el de su esposa, Rosario Murillo, en un contexto donde se percibe un aumento en la represión política.