La temporada de lluvias en el Estado de México ha traído consigo importantes desafíos en cuanto a la gestión de residuos sólidos, con la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM) enfrentando una lucha constante contra la basura que obstruye la red de drenaje y alcantarillado. Hasta el momento, se han retirado 657 toneladas de desechos solo en labores preventivas.
La CAEM ha intensificado sus operativos de desazolve y limpieza, abarcando más de 549 kilómetros de redes de drenaje y alcantarillado, así como 22 kilómetros de canales y 2,317 fosas sépticas. Este esfuerzo incluye el retiro meticuloso de basura de coladeras, desagües urbanos, barrancas y cauces, utilizando equipos especializados para garantizar la eficiencia en el proceso.
Delfina Gómez Álvarez, gobernadora del Estado de México, ha hecho un llamado urgente a los ciudadanos para que eviten arrojar desechos sólidos en la vía pública. «La basura es responsabilidad de quien la genera», enfatizó, subrayando la importancia de depositar los desechos en contenedores adecuados para prevenir la contaminación de cuerpos de agua y evitar problemas de salud pública, así como inundaciones que ponen en riesgo el patrimonio de la población.
Además, se han implementado recomendaciones para mejorar la eficiencia de las redes de drenaje, como evitar el vertido de aceites, muebles, llantas y plásticos tipo PET en lugares no adecuados. Asimismo, se hace un llamado a dar una correcta disposición a la basura electrónica mediante los centros de acopio especializados disponibles en toda la región.
Los trabajos de limpieza y mantenimiento continúan con el apoyo de equipos como minicargadores, camiones de presión-succión hidroneumáticos tipo Vactor y camiones cisterna, así como la colaboración activa del Grupo Tláloc. Personal especializado de Agua Limpia se ha sumado a estas labores, realizando tareas de lavado y desinfección de cisternas en diversas zonas críticas como Colina el Molino y Barrio San Pedro en Chimalhuacán.
