Desastre en el Pantanal: Incendios récord asolan el mayor humedal tropical de Brasil

El Pantanal, el mayor humedal tropical del mundo ubicado en Brasil, enfrenta una crisis devastadora con incendios récord que han dejado a residentes como Erica Cristina luchando por la salud y la seguridad en medio de una situación caótica.

Erica Cristina, propietaria de un bar en Corumbá, describe cómo el humo ha invadido su ciudad desde que un gran incendio estalló al otro lado del río. «Estamos respirando humo todos los días», lamenta, mientras el fuego ha cubierto de hollín su negocio y miles de hectáreas alrededor.

Desde 2020, considerado el peor año registrado para los incendios en la región, muchos residentes han perdido sus hogares y enfrentan problemas respiratorios y de salud debido al aumento constante de los incendios. Este año, los satélites han registrado más de 3,300 incendios en el Pantanal, un 33 por ciento más que en 2020, exacerbados por sequías severas relacionadas con el cambio climático y quemas deliberadas para expandir tierras agrícolas.

El Pantanal alberga una biodiversidad única, incluyendo millones de caimanes, nutrias gigantes, guacamayos y la mayor densidad mundial de jaguares. Sin embargo, las llamas amenazan su hábitat vital, que se extiende también por Bolivia y Paraguay.

Marina Silva, Ministra de Medio Ambiente, advirtió sobre una de las peores crisis vistas en el Pantanal. «No hemos tenido las inundaciones habituales ni el ciclo entre El Niño y La Niña», factores climáticos que afectan las lluvias, dijo Silva.

Un estudio reciente de la red MapBiomas reveló que la superficie húmeda del Pantanal fue un 61 por ciento más seca que el promedio histórico el año pasado, exacerbando las condiciones para los incendios.

Bruno Bellan, un ganadero de 25 años, teme por su ganado y su propiedad en Mato Grosso do Sul, estado donde se ha declarado emergencia por los incendios. «El viento fuerte y el calor suelen provocar incendios en agosto, pero no ha llovido en la región en 50 días», dijo Bellan, preocupado por la posible destrucción de su granja y la pérdida de sus animales.

Para Naldinei Ivan Ojeda, un soldado retirado de 53 años, y su hijo adolescente, los problemas respiratorios son insoportables. Responsabiliza directamente a quienes inician los incendios, afirmando que en el Pantanal no hay fuegos accidentales.

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