Día de Muertos está inscrito como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO
¿Sabías que el Día de Muertos es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad?
¡Así es!! El 7 de noviembre de 2003, la UNESCO proclamó al Día de Muertos como «Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad» y en el año 2008 fue inscrito oficialmente en la lista representativa.
La Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural es un instrumento de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para respaldar múltiples iniciativas culturales en el ámbito internacional y con el que lograron establecer diversos mecanismos de protección y conservación del patrimonio material que hemos heredado.
El patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO incluye prácticas y expresiones vivas que se heredan de los antepasados y se transmiten a las generaciones futuras
En el caso de nuestra festividad del Día de Muertos, la UNESCO la considera como una expresión tradicional comunitaria, integradora y representativa, la cual tiene su origen en culturas como la totonaca, mexica, purépecha y maya, y se celebra desde hace aproximadamente 3,000 años.
“El Día de Muertos, es una festividad de origen prehispánico (…) siendo una de las tradiciones mexicanas más significativas, donde los vivos se preparan para recibir a sus muertos y convivir con ellos”. Culturas como la totonaca, mexica, purépecha y maya rendían tributo a la muerte, la cual tenía lugar en la última semana de octubre y hasta los primeros días de noviembre.
En la época prehispánica el culto a la muerte era uno de los elementos básicos de la cultura, cuando alguien moría era enterrado envuelto en un petate y sus familiares organizaban una fiesta con el fin de guiarlo en su recorrido al Mictlán. De igual forma le colocaban comida que le agradaba en vida, con la creencia de que podría llegar a sentir hambre.
El Día de Muertos en la visión indígena implica el retorno transitorio de las ánimas de los difuntos, quienes regresan a casa, al mundo de los vivos, para convivir con los familiares y para nutrirse de la esencia del alimento que se les ofrece en los altares puestos en su honor.
La festividad, como la conocemos hoy en día, es una mezcla entre la celebración de los rituales religiosos católicos traídos por los españoles y la conmemoración del día de muertos que los indígenas realizaban desde los tiempos prehispánicos.
El Día de Muertos se celebra en todo México, teniendo algunas variantes dependiendo la región o el estado.
En la Ciudad de México, en la Alcaldía de Tláhuac, se encuentra un pequeño poblado de nombre Mixquic, que significa “donde hay mezquite”, uno de los lugares más visitados durante estos días ya que su celebración se apega a las tradiciones mexicanas y se lleva a cabo conjuntamente con la feria del pueblo. El día 2 de noviembre se realiza “La Alumbrada”, donde miles de velas iluminan las tumbas decoradas con flores.
Oaxaca, uno de los estados más ricos culturalmente hablando, la celebración de Día de Muertos es una de las más significativas. Los altares se adornan con un mantel blanco o papel picado y se divide en escalones, teniendo cada uno un significado especial: el primero representa a los abuelos y/o adultos, mientras que el segundo o sucesivos son para todos los demás. Durante esta festividad puede asistirse a infinidad de exhibiciones en Oaxaca.
Otros estados y lugares destacados en México durante esta festividad son: Janitzio y Pátzcuaro en Michoacán, Xochimilco en la Ciudad de México y Cuetzalán en Puebla, por citar algunos.
Información: gob.mx
Fotos: Commons.wikipedia.org