En opinión de Lilia Arellano
[El Castillo] Plan para recibir migrantes
EL CASTILLO
“No hay nada que temer, tenemos confianza en mantener las buenas relaciones con Estados Unidos”, señala una y otra vez la presidentA desde su templete mañanero y, eso sería lo esperado, lo deseable, pero ante las permanentes declaraciones de Donald Trump con referencia a los migrantes, esas buenas relaciones no pasan por la deportación masiva de indocumentados y de aquellos cuyas estancia en el vecino del norte no es nueva, lleva algunos años sin tener aún la documentación suficiente para evitar ser enviados a su país de origen. Tomando en consideración la suma millonaria de remesas enviadas por nuestros paisanos y sabedores de lo necesario de éstas para evitar sean muchas más las familias en extrema pobreza en el país, las deportaciones toman un rostro distinto, altamente dañino para México.
La conformación del gabinete de Donald Trump no es nada tranquilizante. Se convirtió en ejemplo para el pelirrojo la fórmula: lealtad por encima de conocimiento, experiencia y capacidad. Los mejores ejemplos están en los presentadores de Fox News ubicados en áreas estratégicas. Aunque, aun y cuando se hubiesen presentado otros nombres, las intenciones siguen siendo las mismas y se convirtieron en ordenamientos no considerados simplemente como discursos de campaña. De poco o nada sirven o valen las envalentonadas declaraciones de Marcelo Ebrard, advirtiendo: “si nos imponen otros aranceles, les hacemos lo mismo”. La balanza comercial revela los porcentajes con los cuales saldríamos muy perjudicados y este tipo de actitudes siembra una gran incertidumbre en las familias cuyos ingresos dependen de los envíos de quienes salieron a buscar la forma de sobrevivir.
La deportación de miles de paisanos traerá como consecuencia el hundimiento económico de sus familias y lo menos necesario es tener reconocimientos presidenciales. No se sabe cual es la intención de considerarlos públicamente como héroes, cuando la lógica obliga a pensar en la solicitud de perdón por no otorgarles la forma de crecer, de desarrollarse, de tener todo lo marcado por nuestra Constitución para, en efecto y realidad, contar con una existencia con bienestar. En medio de un desempleo sin igual, CS presume contar con un plan para los migrantes en caso de su deportación ¿cuál será? Sin duda, destinar algún dinerito con el cual poder justificar la solicitud de cientos de millones de dólares en deudas porque el costo de este regreso será tan caro como el COVID y la atención será, igualmente, fallida. A ello se agregan las interrogantes sobre el T-MEC. La realidad habla de no llevarse a cabo solamente una revisión, sino de una renegociación en la cual se podrían sobre la mesa la serie de violaciones cometidas por México para marcar penalidades o hasta salida de ciertas áreas.
Por lo pronto y tratando de hacerlo “bajita las mano”, Marcelo Ebrard advirtió sobre la derrota de México en lo referente al maíz transgénico. La multa será extraordinaria en dólares cuya paridad supera los 10 pesos con 50 centavos y, entre más tiempo pase, no se llegará a ese tipo de cambio calculado en el presupuesto de Hacienda, sino puede llevarse otro susto, de esos proporcionados poco a poco, porque no se habla de devaluación y de costar cada billete verde 16 pesos hace apenas cinco semanas a los 20 pesos del presente lleva, sin duda, ese sello.
Se espera mucho de dos funcionarios: Juan Ramón de la Fuente y Marcelo Ebrard y, dada la posición adoptada por el ex rector de la UNAM en representación de México en la ONU cuando se aceptó al país en la mesa de Seguridad, la inclinación hacia el pensamiento morenista no es garantía de tener una misión suficientemente clara y con cumplimiento con ventajas para México. Sigue girando en las redes su postura, el lenguaje corporal durante la Cumbre del G-20 junto a la presidentA. No era un canciller sino un secretario de los apodados “ibm”. Marcelo se ha caracterizado como un farsante, mentiroso, dispuesto a ocultar información con la cual se queda claro su fracaso en las negociaciones. Así nos convirtió en un Tercer País Seguro sin ninguna ventaja, cargando con todos los gastos de los migrantes asentados en la frontera con la descomposición del tejido social visible y fuera de control.
Deberemos ser los ciudadanos quienes igualemos las exposiciones de AMLO para señalar: “no me vengan con que la soberanía es la soberanía”, porque de otra manera la intención es ponerse con Sansón a las patadas.