El Inbal celebra el Día del Archivista, en reconocimiento a la importancia de conservar la memoria documental

En México se celebra cada 27 de marzo el Día del Archivista, designado en 1995 por el Archivo General de la Nación con el propósito de promover la valoración y el reconocimiento de la labor de quienes se ocupan de ordenar, resguardar, conservar y difundir el patrimonio documental que constituye parte medular de nuestra memoria común.

El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), instancia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, y su área coordinadora de archivos se suman a este reconocimiento sobre el arduo y minucioso trabajo de cada uno de los y las responsables de sus 87 Archivos de Trámite, del Archivo de Concentración y del Archivo Histórico, en sus tres sedes: el Palacio de Bellas Artes, el Conservatorio Nacional de Música y el Museo de Arte Moderno, el cual a finales de 2022 obtuvo su inscripción en el Registro Nacional de Archivos (RNA).

Con la sensibilidad y el apoyo de los titulares y administradores de los centros de trabajo, el Inbal avanza con pasos firmes hacia la consolidación de su Sistema Institucional de Archivos, al tiempo que fomenta las buenas prácticas en la administración de los archivos.

No han sido menores los desafíos a los que se enfrenta la institución, como los derivados de la COVID-19, el encierro prolongado y el trabajo remoto. Sin embargo, a partir de los diagnósticos puntuales aplicados a cada uno de los archivos y del establecimiento de una estrategia de atención particularizada y de proximidad con las áreas se ha avanzado hacia metas institucionales precisas bajo criterios homologados. En primera instancia, la actualización de los inventarios, que permitirá conocer el universo documental existente en cada centro de trabajo y, en último término, determinar aquella que corresponda al Archivo Histórico del Inbal.

Como expone el AGN en el Programa Institucional 2020-2024, “los archivos son fuente principal de información que nutre al conocimiento y enriquece la identidad colectiva”; son de valor fundamental para la memoria humana, en la rendición de cuentas, para orientar la toma de decisiones y en la evolución cultural de las sociedades. Es por ello que el Inbal tiene en alta estima el compromiso y los esfuerzos de sus archivistas, cuyo desempeño es esencial en la organización, el cuidado y la socialización del patrimonio documental artístico en custodia.

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