El Museo de Arte Moderno conjuga ciencia y arte con Intervenciones Sonoras. Señales en común, en el Jardín Escultórico
La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) presentarán en el Jardín escultórico del Museo de Arte Moderno (MAM) el ciclo de Intervenciones sonoras. Señales en común, a cargo del artista plástico, músico, investigador, inventor y científico Ariel Guzik y el laboratorio de investigación en resonancia y expresión de la naturaleza, el miércoles 29 de noviembre, a las 19:00 horas.
El trabajo de Guzik se encuentra impulsado por una nostalgia que busca recuperar el juego y conjugar el arte con la ciencia y por un gran afecto a la naturaleza. Sus bases técnicas son la resonancia, el electromagnetismo y los intervalos armónicos naturales, de ahí que su producción sea una intersección entre el arte y la ciencia. En general, hace música a partir de los fenómenos naturales.
Su investigación lo ha llevado a trabajar el ejercicio de comunicación con ballenas y delfines, plantas y ambientes urbanos. Su búsqueda apunta a redescubrir el asombro por los fenómenos naturales y por las cosas simples, sin olvidar el valor que le da al ejercicio de la contemplación y el encanto.
Guzik dirige el laboratorio en investigación en resonancia y expresión de la naturaleza, el cual aborda el cruce de la ciencia y el arte como forma de conocimiento específico.
Desde hace más de cinco lustros el laboratorio explora fenómenos de resonancia, magnetismo, mecánica y electricidad; y diseñan y construyen instrumentos que funcionan como transmisores de distintos fenómenos naturales, traduciendo las vibraciones vitales en magnéticos sonidos musicales.
En una entrevista anterior, Guzik dijo que: “Nuestra labor intenta preservar misterios en lugar de descifrarlos y privilegia la percepción de los acontecimientos naturales desde los sentidos y lo sentimientos de fascinación y fantasía”.
Asimismo, agregó, “privilegiamos también la belleza, lo sutil y el silencio frente a lo espectacular, la superficialidad y el ruido. Ante la estridencia del big data hemos elegido trabajar con señales rasantes, dejando atrás la sobrecarga de información.
El laboratorio propone “responder a una íntima y apremiante necesidad de propiciar el re-encantamiento del mundo, mediante mecanismos de resonancia que conlleven a la ensoñación y al cuidado de la tierra y sus criaturas. Nuestra misión se centra en la búsqueda de lenguajes y formas de expresión que trasciendan las barreras entre especies e inspiren y promuevan la restauración de la trama que nos unifica como seres vivos”, afirmó el artista.