El Museo Nacional de Arquitectura comparte la herencia arquitectónica italiana con Vissi d’ Arte
La Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Bellas y Literatura (Inbal), a través de la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble (Dacpai), abren la muestra Vissi d’ Arte. Presencia italiana en los teatros de América Latina, del 31 de mayo al 11 de agosto de 2024, en el Museo Nacional de Arquitectura, en el Palacio de Bellas Artes.
Si algo nos vincula con Italia, es precisamente el nacimiento mismo de este Palacio de Bellas Artes, porque un Adamo Boari lo imaginó, lo proyectó, lo transitó en todas las mutaciones que vivió este recinto, de ser pensado un teatro nacional a convertirse en este verdadero Palacio, donde conviven todas las artes, comentó la titular del Inbal, Lucina Jiménez López.
Al dar la bienvenida en nombre de la Secretaría de Cultura federal y del Instituto al secretario Cultural de la Organización Internacional Italo-Latinoamericana, Jaime Nualart Sánchez; de la presidente de Decomomo Italia y curadora María Margarita Segarra Lagunes, la directora general consideró un
honor para el Inbal recibir esta exposición en el Palacio de Bellas Artes, recinto que cumple su 90 aniversario y que sirve al arte como un gran foro que dialoga y que conecta las mejores expresiones artísticas, arquitectónicas de México en el mundo.
En el máximo recinto cultural del país, la titular del Inbal externó que si hay algo que nos une también en este tránsito es, precisamente, la colaboración que México ha desarrollado con Italia, con quien se emprende, desde la propia Secretaría de Cultura, una labor fundamental para la defensa del patrimonio de México y sobre todo en una acción que eslabona esfuerzos para la repatriación de obras que han sido sujeto de tráfico ilegal. Eso es algo fundamental, porque enriquece la perspectiva de la cooperación.
Señaló que el arte que se ha vinculado desde entonces, a través de la arquitectura, ha encontrado raíces desde donde germinar en otra dirección, vínculos que han permitido el enriquecimiento intercultural, no sólo de trazos, sino también de imaginarios, no solo de resultados arquitectónicos, sino también de memoria histórica.
Al referirse a la exposición que el público podrá apreciar hasta el 11 de agosto de 2024, dijo: Estamos aquí ahora hablando de la herencia italiana en los teatros de América Latina. Y eso es algo que nos enorgullece, porque si es vital este Palacio, es por su naturaleza de ser el gran recinto en donde se presentan no solo las mejores compañías de ópera, las mejores compañías de danza, las mejores agrupaciones artísticas de todas las disciplinas en esta Sala Principal, sino que también tiene este magnífico Museo Nacional de Arquitectura. Y es desde ahí, en este espacio donde vamos a conocer la exposición, donde hemos realizado las últimas labores justo de conservación de este recinto.
Asimismo, agradeció el apoyo de Jaime Nualart por esta complicidad en la cooperación internacional, porque, no solo en este proyecto sino en muchos otros más. Tu paso, a lo largo del mundo ha permitido eslabonar muchas colaboraciones en este México lindo y querido.
Comentó que no podía ser más oportuna esta exposición al tiempo de agradecer la colaboración y la diplomacia cultural –de Jaime Nualart—que cruza fronteras y fortalece los lazos entre México e Italia en y desde cualquier parte del mundo, porque esta exposición, dijo, la dialogamos en Lisboa, en una conversación que tenía que ver con cómo expandimos los vínculos de la colaboración multirregional, y hoy estamos aquí, en su casa, el Palacio de Bellas Artes.
Y agradeció a María Margarita Segarra Lagunes, curadora de esta exposición, porque juega un papel fundamental de vínculo y de puente intercultural entre México e Italia. Es un orgullo para nosotros todo el trabajo que realizas en favor del patrimonio en Italia, la formación de nuevas generaciones en este terreno, pero también todos los proyectos que has conducido, en términos de exposiciones y conservación de recintos.
También reconoció en la subdirectora general de Patrimonio Artístico Inmueble, Dolores Martínez Orralde, su entrega, pasión, conocimiento y alma, no solo en la preservación, la conservación, la difusión, sino también en la defensa del patrimonio artístico de México.
Por su parte, el secretario cultural de la IILA, Jaime Nualart, recordó que, al hablar del contenido de la exhibición, “ustedes van a ver que aquí hay más de 80 teatros en 50 ciudades de América Latina. Todos tienen algo que ver con Italia», y consideró un honor no solo estar en México para presentar esta exposición, sino hacerlo en el marco del 90 aniversario del Palacio de Bellas Artes.
En tanto, María Margarita Segarra agradeció a la titular del Inbal el apoyo a este proyecto, el cual tomó casi un año de investigación. Aseguró que «poco a poco, cada uno de estos teatros fue revelando historias diferentes y aparecieron pintores, escultores, arquitectos e ingenieros italianos que reconstruyeron grandes teatros en muchas de las capitales de los países de América Latina. Creo que la exposición muestra una síntesis muy condensada de esta investigación.
Como parte de la apertura de la muestra estuvieron las sopranos Luz Valeria Viveros Gómez, Lili Nogueras Escoto y Marina Sinaí Echeverría Góngora, así como el contratenor Gabriel Vargas Miranda, integrantes del Estudio de la Ópera de Bellas Artes, quienes realizaron una presentación musical.
La exposición se realiza en colaboración con la IILA (Organización Internacional Italo-Latinoamericana) y la Universidad Roma TRE, resultado del estudio e investigación de la emigración italiana en el Continente Americano, de mediados del siglo XIX a la mitad del XX, particularmente de artistas, arquitectos, artesanos, empresarios, pero también actores, cantantes, bailarines, músicos, quienes emprendieron, solos o acompañados, largas y peligrosas travesías para perseguir un espejismo que presagiaba una vida mejor, de nuevos horizontes, nuevas tierras y nuevas oportunidades.
La muestra presenta fotografías de archivo que atestiguan el fruto de la fusión entre los artistas latinoamericanos e italianos, quienes partieron con la esperanza de lograr algo significativo en otros territorios; sueños que, en aquella época en Italia, les habrían sido negados.
Portadores de su talento y genio, pero también de un oficio y de habilidades adquiridas tras años de duro y riguroso aprendizaje, ya sea solos o en talleres particulares, ya como alumnos de las academias italianas de música o de bellas artes, aquellos creadores desembarcaron en Argentina, México, Cuba, Panamá, Chile o también en Venezuela, Paraguay y otros países, para poner a prueba sus conocimientos y tantear la suerte.
Al encuentro con el nuevo continente, esos artistas quedaron seducidos y fascinados por la riqueza de la naturaleza, la inmensidad y variedad de los paisajes, las peculiaridades de la vegetación y de la fauna, la riqueza de los recursos, el temperamento de la gente. Ese encuentro fue, al mismo tiempo, impactante y estimulante y despertó en ellos nuevas ideas que modificaron significativamente su arte.
Trabajaron al lado de artistas locales, formando equipos excepcionales, fusionaron léxicos y repertorios formales aprendidos en Europa con las nuevas influencias, dando lugar a una producción diferente que supo acoger las sugerencias de los países, respondiendo, al mismo tiempo, a la demanda de una sociedad que se estaba transformando simultáneamente a las ciudades, las cuales, a su vez, también se renovaban. Una renovación urbana que buscaba sugerencias en Francia —en la Ville lumière, modelo de cambio por excelencia—, pero también y sobre todo en Italia, considerada, en definitiva, la cuna del arte occidental en la era moderna.
El público podrá visitarla en el tercer piso del Palacio de Bellas Artes, del 31 de mayo al 11 de agosto de 2024