El polvo del Sahara envuelve la capital de Senegal, lo que provoca una alerta sobre la calidad del aire
La capital senegalesa suele estar bañada por el sol, pero por cuarto día consecutivo el viernes la ciudad de la costa atlántica quedó envuelta en una pálida nube.
Una gruesa capa de polvo procedente principalmente del Sahara ha envuelto Dakar, obligando a los residentes a ponerse mascarillas en escenas que recuerdan a la pandemia de COVID-19.
Las autoridades senegalesas alertan de la «muy mala calidad del aire» y han advertido de los riesgos para la salud de los grupos vulnerables.
Los meteorólogos dicen que la situación sólo empezará a mejorar a partir del domingo.
«Hay un pico de contaminación relacionado con partículas de origen desértico» procedentes del Sahara, afirmó a la AFP Aminata Mbow Diokhane, del centro de gestión de la calidad del aire (CGQA), vinculado al Ministerio de Medio Ambiente.
Todo el país de África occidental se ve afectado por el fenómeno, añadió.
La calidad del aire en Dakar es «muy mala en general», afirmó el jueves la CGQA en un comunicado.
Dijo que había concentraciones de partículas (PM10) que excedían los 900 microgramos por metro cúbico, o casi 20 veces el nivel máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud para una exposición de 24 horas.
La Agencia Nacional de Aviación Civil y Meteorología de Senegal (ANACIM) afirma que el riesgo para la salud es «alto para las personas que padecen enfermedades respiratorias, los niños pequeños y los ancianos».
Este tipo de fenómenos meteorológicos son habituales en el país entre mediados de noviembre y finales de marzo, afirmó Diokhane.
Por lo general duran al menos tres días, dijo Ngor Ndiaye, pronosticador de ANACIM, añadiendo que habría motivo de preocupación si el fenómeno se prolongara durante más de una semana.