Elecciones Judiciales 2025: Ciudadanos elegirán entre 234 candidatos
El próximo 1 de junio de 2025, México vivirá un momento histórico con la celebración de las primeras elecciones judiciales, donde los ciudadanos tendrán la oportunidad de elegir a ministros, jueces y magistrados.
En este proceso, cada votante recibirá seis boletas que incluirán un total de 234 nombres de candidatos, marcando un hito en la participación ciudadana en el sistema judicial del país.
Un proceso electoral complejo
Durante una reciente sesión del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), el consejero Martín Faz Mora explicó que las boletas estarán organizadas de la siguiente manera:
- Primera boleta: 81 candidatos a ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con 45 mujeres y 36 hombres.
- Segunda boleta: 45 candidatos a magistrados del nuevo Tribunal de Disciplina Judicial, que reemplazará al Consejo de la Judicatura Federal.
- Tercera boleta: 18 candidatos a magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
- Cuarta boleta: 30 candidatos a magistrados de las salas regionales del TEPJF.
- Quinta y sexta boletas: contendrán entre 12 y 60 candidatos para jueces de distrito y magistrados de circuito, respectivamente, dependiendo de la región.
“Esa complejidad es tremenda y supone no sólo el tema de las boletas, sino también las urnas”, advirtió Faz Mora.
Esta elección es parte de una reforma judicial aprobada en septiembre pasado por los senadores y diputados de los partidos Morena, PT y Partido Verde. Por primera vez en México, se elegirán un total de 881 cargos judiciales, lo que representa un cambio significativo en la forma en que se seleccionan los jueces y magistrados.
La importancia de esta reforma radica en su potencial para mejorar la transparencia y la rendición de cuentas dentro del sistema judicial. Sin embargo, también ha generado preocupaciones sobre su implementación y los desafíos logísticos que conlleva.
Críticas y preocupaciones
A pesar del optimismo por este nuevo enfoque, algunos analistas han expresado su preocupación sobre el impacto que puede tener en el Estado de derecho. La exclusión de partidos políticos en el proceso electoral ha sido criticada, ya que podría debilitar los mecanismos de control y transparencia que son fundamentales para una democracia saludable.
Además, se han planteado dudas sobre la imparcialidad del proceso electoral y si realmente se logrará una selección justa y equitativa entre los candidatos.