Estudio del IPN señala efectos positivos de los huracanes en presas y vegetación
El Instituto Politécnico Nacional (IPN) anticipa que la temporada de huracanes de este año podría traer consigo un efecto positivo para México, contribuyendo significativamente a la recuperación de presas y la masa forestal perdida en años recientes.
Ángel Refugio Terán Cuevas, científico investigador del Centro Interdisciplinario de Investigaciones y Estudios sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Ciiemad) del IPN, destacó que las altas temperaturas superficiales del Atlántico han sido un factor determinante para el desarrollo de huracanes más intensos. Estos fenómenos meteorológicos, aunque usualmente vistos como generadores de daños, también traen consigo beneficios como la lluvia, que será crucial para regiones afectadas por el estrés hídrico.
«Un aspecto positivo de la temporada de huracanes es que traigan lluvias en zonas que registraron altas temperaturas y, al mismo tiempo, contribuyan también a la recuperación de las presas, sobre todo las que se ubican en estados que colindan con el Golfo de México», explicó Terán Cuevas.
Enfatizó que se espera que el océano Pacífico mantenga condiciones estables de temperatura, lo que generará un comportamiento típico con la formación de varios ciclones tropicales. Por otro lado, en el Atlántico se ha registrado un aumento significativo de la temperatura superficial del mar, lo cual podría resultar en la formación de hasta 23 tormentas tropicales, con la posibilidad de que 10 de ellas se conviertan en huracanes, incluyendo cuatro de categoría tres o superior en la escala Saffir-Simpson.
El investigador también subrayó la importancia de esta temporada para mitigar el estrés hídrico que ha afectado a diversas regiones del país en los últimos años. La reducción en la cantidad de agua de lluvia y los cambios en el uso de suelo y vegetación han exacerbado este problema, haciendo necesaria la implementación de modelos meso-escala con datos regionales específicos para México.
«Es necesario recuperar la masa forestal perdida en los últimos años y restaurar los ciclos naturales de lluvia que antes existían. Esto no solo ayudará a amortiguar los impactos de los huracanes al tocar tierra, sino que también beneficiará la recuperación de nuestras reservas de agua», concluyó Terán Cuevas.
La temporada de huracanes se extiende hasta el mes de noviembre y se espera que las autoridades correspondientes estén preparadas para gestionar tanto los riesgos como las oportunidades que estos fenómenos climáticos traen consigo.
Con información del IPN