Evo Morales inicia huelga de hambre para exigir diálogo con el gobierno de Luis Arce
El expresidente boliviano Evo Morales ha anunciado que comenzará una huelga de hambre a partir del 1 de noviembre. Su objetivo es presionar al gobierno de Luis Arce para que establezca dos mesas de diálogo: una centrada en cuestiones económicas y otra en temas políticos. «He decidido, para viabilizar el diálogo, voy a iniciar una huelga de hambre hasta que el Gobierno instale dos mesas de diálogo», declaró Morales en una conferencia de prensa transmitida por Radio Kawsachun Coca desde Villa Tunari.
La decisión de Morales se produce en un contexto de creciente tensión en Bolivia. Recientemente, el gobierno informó que grupos armados cercanos al exmandatario habían asaltado tres unidades militares en el Trópico de Cochabamba, reteniendo a militares y a sus familias como rehenes. En respuesta, el presidente Arce calificó estas acciones de «crimen» y destacó que «distan mucho de cualquier legítima reivindicación social del movimiento indígena originario campesino». Arce enfatizó que «la toma de una instalación militar por grupos irregulares es un delito de traición a la Patria».
Desde el 14 de octubre, organizaciones sociales afines a Morales han mantenido al menos 20 bloqueos de carreteras, principalmente en Cochabamba, afectando gravemente el tránsito de pasajeros y carga entre el oriente y occidente del país. La situación ha llevado a la Policía a usar gases lacrimógenos para despejar bloqueos en localidades como Parotani, que conecta Cochabamba con La Paz.
El 30 de octubre, Arce exigió el levantamiento inmediato de los bloqueos para normalizar la economía del país, advirtiendo que, de no hacerlo, utilizaría sus facultades constitucionales para restablecer el libre tránsito en las rutas afectadas.