Internacional

Familias de rehenes cargan a Netanyahu con la culpa por fracaso en negociaciones con Hamás

Las familias de los rehenes secuestrados por Hamás han acusado directamente al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de ser el principal responsable del estancamiento en las negociaciones para un acuerdo con el grupo militante palestino.

La acusación, emitida a través del Foro de Familias Rehenes, subraya un creciente descontento con la gestión del gobierno en la crisis que comenzó el 7 de octubre de 2023.

Responsabilidad Directa de Netanyahu

En un comunicado contundente, el Foro de Familias Rehenes señala que Netanyahu ha intentado desviar la responsabilidad del fracaso de las negociaciones.

“La responsabilidad total y directa por el destino de las negociaciones recae en el primer ministro. Sus incesantes intentos de culpar a los equipos de negociación, a los mediadores, a la prensa, a las familias de los rehenes e incluso a los propios rehenes están engañando a la opinión pública y al mundo entero”, dice el comunicado.

El Foro critica duramente la actitud de Netanyahu, quien ha repetidamente afirmado que está logrando avances en las negociaciones. “Si tiene tanto éxito en las negociaciones, como él mismo describe, debería volar él mismo y actuar para devolver a los rehenes que fueron abandonados en su mandato y durante 10 meses desde entonces”, añadieron.

Crisis de Rehenes y Negociaciones Fallidas

El secuestro de más de 250 personas por parte de Hamás el 7 de octubre de 2023 ha dejado una profunda crisis humanitaria. Hasta la fecha, 109 rehenes permanecen en Gaza, mientras que alrededor de 100 fueron liberados en el único intercambio de rehenes realizado hasta ahora.

Las familias temen lo peor para los que siguen en cautiverio, con informes que sugieren que más de 40 podrían estar muertos.

A pesar de los esfuerzos y las presiones internacionales para avanzar en las negociaciones, la situación sigue siendo crítica.

Las acusaciones del Foro de Familias Rehenes ponen en evidencia la creciente frustración con la administración de Netanyahu y su manejo de la crisis, así como la presión que enfrentan para obtener una resolución que permita el regreso seguro de los rehenes.

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