El ambiente previo a los Juegos Olímpicos de París 2024 está envuelto en controversia y descontento entre los ciudadanos franceses. Lo que comenzó como una iniciativa casi satírica de defecar en el río Sena como protesta, ha cobrado fuerza y seriedad con el tiempo.
¿Por qué esta protesta?
El descontento surge debido al costo exorbitante de la organización de los Juegos Olímpicos, que ha implicado un gran gasto en la limpieza del río Sena. La medida representó un desembolso de más de mil 400 millones de euros por parte del Gobierno francés, ya que el río estaba tan contaminado que nadar en él estaba prohibido desde 1923.
Preocupación por la salud y la contaminación
La situación preocupa tanto a los ciudadanos como a las delegaciones deportivas, ya que el nivel de contaminación del Sena aún supera los estándares internacionales para una competición olímpica. La incertidumbre sobre las condiciones en las que se desarrollarán las pruebas en París ha generado inquietud entre los atletas.
La iniciativa en redes sociales
La iniciativa «Je Chie Dans La Seine Le 23 Juin» («Me cago en el Sena el 23 de junio») surgió en redes sociales como una forma de protesta. Esto se da después de que la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, anunciara que se sumergiría en el río para comprobar su limpieza.
Cambios en los planes de Hidalgo
A pesar de los planes iniciales, Anne Hidalgo confirmó que no nadará en el Sena el 23 de junio ni el 30 de junio, como se había postergado. La fecha está pendiente, pero asegura que lo hará antes del inicio de los Juegos Olímpicos. Otros invitados podrían incluir al presidente Emmanuel Macron y altos funcionarios de la ciudad.
La protesta, que inicialmente podría haber parecido una broma, refleja la preocupación y el descontento de los franceses ante los enormes gastos y los desafíos ambientales que rodean la organización de los Juegos Olímpicos de París 2024.
