El exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, fue sentenciado este 16 de octubre a 466 meses de prisión —equivalentes a casi 39 años— por la Corte de Brooklyn, en Nueva York.
La sentencia llega más de un año después de que fuera hallado culpable de narcotráfico y otros delitos en un juicio que expuso sus vínculos con el cártel de Sinaloa y los Beltrán Leyva.
Durante la audiencia, García Luna apareció vestido con traje azul en lugar del uniforme naranja de prisionero, en un intento por reflejar una imagen distinta ante el juez Brian Cogan.
En la sala estuvieron presentes su esposa, Linda Cristina Pereyra, y su hija, así como periodistas y curiosos que siguieron de cerca el desenlace de este mediático caso.
Sentencia influenciada por testimonios y sobornos
La Fiscalía de Estados Unidos había solicitado cadena perpetua, argumentando que García Luna fue pieza clave en la operación del narcotráfico hacia territorio estadounidense.
En el juicio, que duró un mes, testigos como Jesús “El Rey” Zambada y Sergio Villarreal Barragán “El Grande” revelaron los millonarios sobornos que recibió García Luna para permitir el libre tránsito de drogas.
Por su parte, la defensa, liderada por César de Castro, solicitó la pena mínima de 20 años de prisión, lo que habría permitido que el exsecretario quedara en libertad en unos 15 años, considerando los cinco años que lleva preso desde su detención en diciembre de 2019.
Los cargos que llevaron a García Luna a prisión
El exfuncionario fue sentenciado por los siguientes cinco delitos:
- Conspiración para la distribución internacional de cocaína.
- Conspiración para la importación y posesión de cocaína.
- Participación en una empresa criminal continuada.
- Falsedad de declaraciones ante autoridades estadounidenses.
La declaración de 26 testigos permitió al jurado confirmar la colaboración de García Luna con el crimen organizado, facilitando el ingreso de toneladas de cocaína a Estados Unidos mientras ocupaba uno de los cargos más importantes en el gobierno mexicano.
Última petición de clemencia
Antes de conocer su sentencia, García Luna envió una carta manuscrita al juez Cogan en la que pidió clemencia, resaltando los valores inculcados por sus padres y destacando su trabajo en la lucha contra el narcotráfico. “Fui depositario de información de seguridad nacional entre México y Estados Unidos», aseguró en la misiva.
Además, calificó como “inconcebible” que alguien en su posición, con acceso a información clasificada y sujeto a vigilancia de alto nivel, pudiera colaborar con organizaciones criminales por motivos de lucro.
En la carta, García Luna subrayó que nunca consumió drogas y destacó su tiempo en prisión, donde ha impartido clases a otros internos y continuado sus estudios en la Universidad de Columbia. “Con el más profundo de mis sentimientos le solicito respetuosamente me permita regresar lo antes posible con mi familia», concluyó la misiva.