Gobiernos liquidaron su sindicato, siguen sin darles pensión
-Esperan a que el presidente Andrés Manuel López Obrador cumpla antes de irse
Por Livia Díaz
Xalapa, Veracruz.- Después de haber cotizado por su trabajo durante décadas, el gobierno determinó la requisa de la Unión de Maniobristas y Carretilleros y el Sindicato de Cargadores y Abridores, y sigue sin darles pensión. Unos 200 trabajadores y las viudas de otros, impidieron ayer por horas el acceso a la Delegación Norte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ubicado en esta ciudad, en protesta.
Dicen que al mismo lugar fueron a entregar hace un año los documentos relativos a la liquidación de 466 ex Maniobristas, Carretilleros, Estibadores, Cargadores y Conexos y sus viudas, y a ni uno le han pagado.
La fuente de trabajo a la que se refieren fue privatizada por los gobiernos en 1991.
Juan José Granillo Fernández ex trabajador de turno de 6 horas en aquél entonces ganaba 80 pesos.
Lo corrieron del muelle y lo boletinaron y nunca pudo volver al Puerto de Veracruz, tuvo que dedicarse a camionero en el transporte urbano.
Dijo que sobreviven 416 y las viudas que siempre los acompañan en sus manifestaciones, que han sido muchas las protestas y trámites y que el gobierno actual les prometió arreglarlo, pero los funcionarios locales no le obedecen al presidente.
Los sobrevivientes, todos ya son mayores de los 70 años.
Cuando el señor Granillo Fernández entró a trabajar allí era un jovencito que tuvo que hacer méritos para ir ascendiendo de puesto y aprender el oficio de gruyero, que en ninguna escuela lo enseñan.
Contó que los sacaron con armas del puerto el 1 de junio en 1991. Un día antes el gobierno aprobó la privatización de los servicios portuarios. De ahí que, con otros trabajadores, acusa al ex gobernador Dante Delgado Rannauro y al ex presidente Carlos Salinas de Gortari de quedarse con su fuente laboral.
Pero los gobiernos fueron aún más lejos, se apropiaron de los bienes sindicales que eran las grúas, los transportes, instalaciones, bienes que el mismo gobierno compró, y la vida de todos ellos, pues fueron 817 familias despojadas de la noche a la mañana de su forma de vida.
Muchos murieron en estos años. Sobrevive menos de la mitad de trabajadores que vivieron este pasaje oscuro de la vida nacional. El líder de este cierre de accesos al IMSS, Cuitláhuac González Castillo, dijo en entrevista que presentaron en 2023 los expedientes de 466, que son de trabajadores y sus esposas, y los tres funcionarios que han estado hablando con ellos no han hecho nada.
Además…
Que confían en López Obrador y en Zoe Robledo, pero que estos funcionarios de la Delegación Norte del IMSS no han hecho nada.
Los trabajadores pertenecieron a una empresa creada por el ex presidente Luis Echeverría Álvarez en 1973, dando fin a un conflicto de larga data por los trabajos y formó Servicios Portuarios de Veracruz (Serpover), empresa en la que se unían las distintas agrupaciones —tres en tierra y una a bordo de los buques— y los usuarios. Para ello se constituyó una sociedad mercantil anónima Unión de Maniobristas y Carretilleros y el Sindicato de Cargadores y Abridores del comercio y de la zona marítima. Los otros tres sindicatos: los de amarradores y checadores y la Unión de Estibadores.
Concesión que correspondió hacer a la Secretaria de Comunicaciones y Transporte (SCT) y, por otro lado, se concesionó la facultad de manejar, almacenar y custodiar la mercancía, por parte de la SHCP. Originalmente se estableció que la gerencia de la nueva empresa la ocuparla un representante del gobierno federal.
Con el tiempo, el Sindicato de Maniobristas logró colocarse al frente de ella y se convirtió en el único negociador de las tarifas por maniobras realizadas en el puerto.
La Revista portuaria, órgano informativo de la zona marítima del puerto de Veracruz, de la Editorial Veracruz en 1975, da cuenta de todo lo dicho por los obreros «la Unión de Estibadores siempre compró sus equipos (grúas, montacargas, bandas, etcétera), bajo la consigna de humanizar el trabajo. Cualquier innovación se copiaba o se mejoraba en nuestros talleres. Con Ia llegada de los contenedores, mandamos hacer los balancines (…) teníamos intercambio con los puertos de California (San Pedro), donde conocimos el funcionamiento de la terminal de contenedores, el manejo de los wincltes eléctricos. En los
años setenta íbamos y traíamos las innovaciones de la carga.»
Como todo lo que se hurta, el proyecto salinista dantista, fracasó. En 1989 ya la empresa que lideraba el cambio estaba hundida en la falta de liquidez. Se formó la API, que en este gobierno recibió una concesión por los próximos 50 años. Pero la discusión sigue. Se puede leer aquí