González Alcántara Carrancá renuncia a la Corte y critica el rumbo del sistema judicial
El ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá presentó su renuncia a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) este miércoles, mediante una carta al Senado en la que expresó su desacuerdo con las recientes reformas al Poder Judicial y declinó participar en las elecciones populares de 2025 para jueces, magistrados y ministros.
“Me equivoqué al creer que prevalecería la razón sincera y libre por encima del clamor de las pasiones”, escribió González Alcántara, en referencia a la situación actual del sistema judicial y las presiones que enfrenta.
Razones de la renuncia
En su carta de dos cuartillas, el ministro explicó que asumió el cargo el 20 de diciembre de 2018 con la promesa de «guardar la Constitución«, pero reconoció que la tarea ha sido “difícil e ingrata”, ya que cada decisión en la Corte genera tanto aprobación como rechazo.
González Alcántara justificó su dimisión al señalar que la reforma judicial, publicada el 15 de septiembre de 2024, cambia profundamente las condiciones de su labor al establecer elecciones populares para integrar el Poder Judicial. “Hoy se me pretende someter a una contienda electoral masiva e incierta», criticó.
Rechazó participar en la elección por considerar que este proceso es contrario a los principios judiciales. “No participaré en un proceso en donde me vea orillado a realizar promesas que sé que no podré cumplir… mirando únicamente a los clamores de las mayorías y no a la Constitución”, afirmó.
Crítica a la reforma y llamado a la reflexión
El ministro también dejó claro que su renuncia no significa aceptación de las decisiones políticas recientes. “Conservo mi fe en que seremos capaces, como nación, de identificar el tremendo error que esto implica y corregir el camino antes de que sea demasiado tarde”, señaló.
De aprobarse su renuncia, esta entraría en vigor el 31 de agosto de 2025, como establece el séptimo transitorio de la reforma constitucional.
González Alcántara concluyó su carta con un mensaje de esperanza: “Me voy con la tranquilidad del deber cumplido sin comprometer mis principios ni valores… con la esperanza de que lleguen tiempos más serenos y mesurados, en donde prevalezca el respeto irrestricto a todas y todos los ciudadanos«.