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Harris y la estrategia de celebridades: Un cambio radical en la Campaña Demócrata

En un giro sorprendente en la campaña electoral, Kamala Harris ha decidido rodearse de celebridades en lugar de figuras políticas tradicionales. Desde su ascenso a la candidatura demócrata a finales de julio, Harris ha buscado distanciarse del actual gobierno y replicar el éxito de la campaña de Barack Obama en 2008.

Esta estrategia se ha hecho evidente en los últimos días de campaña, donde la vicepresidenta ha protagonizado eventos junto a artistas de renombre, dejando a un lado a personalidades influyentes como Hillary Clinton y el propio presidente Joe Biden. Harris ha compartido escenario con íconos del entretenimiento como Beyoncé, Jennifer López y Cardi B, mientras que los Clinton han quedado relegados a actos con poca convocatoria.

La decisión de Harris de priorizar el respaldo de celebridades sobre figuras políticas del partido refleja una nueva táctica mediática. Su equipo ha presentado a figuras como Harrison Ford y Arnold Schwarzenegger grabando mensajes de apoyo y convocando a la ciudadanía a votar por la actual vicepresidenta. Sin embargo, este enfoque no está exento de críticas.

Samuel Losada, internacionalista de la Universidad de Belgrano, advierte que si bien la presencia de celebridades puede atraer público a los mítines, no necesariamente se traduce en votos. Un reciente estudio de YouGov indica que solo el 11% de los estadounidenses reconoce que un famoso ha influido en su opinión política, y apenas el 7% admite haber votado por un candidato por el respaldo de una celebridad.

«Si los medios se enfocan más en lo que dice Beyoncé que en las propuestas del candidato, eso no es beneficioso para la campaña», señala Losada, quien también destaca que el uso excesivo de figuras del entretenimiento puede reforzar la percepción de que los políticos están desconectados de la realidad de los ciudadanos.

Además, la estrategia de Harris de distanciarse de Biden y otros demócratas prominentes responde a la impopularidad del presidente y a la necesidad de limitar sus intervenciones públicas. Losada argumenta que esta táctica refleja un descrédito hacia los políticos tradicionales y una tentativa de Harris de capitalizar en un electorado cansado de la política convencional.

«Es lógico que Harris quiera evitar cualquier asociación negativa con Biden, especialmente considerando su historial reciente de comentarios desafortunados», concluye Losada.

A medida que se acercan las elecciones, la apuesta de Kamala Harris por las celebridades se presenta como un desafío a la política tradicional, pero también plantea interrogantes sobre la efectividad de este enfoque y su impacto en la decisión de los votantes.

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