Iglesia llama al respeto absoluto por la vida humana en medio de la violencia
La Iglesia Católica ha emitido un enérgico llamado a la sociedad mexicana para que se respete de manera absoluta la vida humana, en respuesta a una serie de hechos violentos que han conmocionado al país en las últimas semanas.
En su editorial dominical titulada «Desde la Fe», la Arquidiócesis de México lamentó profundamente los recientes actos de violencia que han sacudido diversas regiones, incluyendo el asesinato de una cajera durante un asalto en Michoacán, el macabro hallazgo de una veintena de cuerpos en una camioneta, el homicidio de un joven en un asalto callejero y la trágica muerte de un niño baleado al resistirse a ser secuestrado.
«Estos casos nos impactan directamente como sociedad. No podemos ignorarlos, son tan atroces que nos obligan a confrontarlos», expresó la Iglesia.
En su mensaje, la Iglesia criticó la percepción creciente de que la vida humana ha perdido valor, señalando que esta devaluación se ve alimentada por la búsqueda desenfrenada de comodidades y la obsesión por el dinero y el poder.
«No estamos condenando las comodidades en sí mismas, pero no podemos permitir que el egoísmo siga creciendo en nuestra sociedad en aras del éxito material», subrayó la editorial.
Además, la Arquidiócesis condenó las políticas de «descarte», como el aborto y la eutanasia, que según ellos desechan vidas humanas con el pretexto de evitar dificultades o sufrimientos.
«El aborto y la eutanasia comparten la trágica característica de deshacerse de vidas humanas, ya sea en desarrollo o en condiciones de enfermedad, bajo el argumento de un supuesto beneficio social», argumentó la Iglesia.
En un llamado a la reflexión, la Iglesia invitó a la sociedad a considerar profundamente el respeto universal a toda forma de vida, advirtiendo que temas como el aborto y la eutanasia no deben ser vistos como decisiones individuales sin consecuencias sociales significativas.
Asimismo, la editorial exhortó a los funcionarios públicos, especialmente a los recién electos, a no promover políticas que, bajo la pretensión de generar bienestar, terminan despreciando a los seres humanos más vulnerables.
Finalmente, la Iglesia instó a todos los fieles católicos a orar fervientemente por el respeto a la vida humana y a actuar con caridad ofreciendo alternativas, consuelo y acompañamiento a aquellos en situación de vulnerabilidad.
«Es nuestro deber como sociedad y como creyentes actuar para que cada persona pueda vivir con dignidad, antes de contemplar la muerte propia o de terceros», concluyó el mensaje.