La noticia de más despidos en Twitter llegó el lunes cuando su propietario, Elon Musk, se metió en una controversia sobre el racismo, dando a los anunciantes más razones para mantenerse alejados de la plataforma en apuros.
«Es como si Elon Musk estuviera en una gira relámpago para tratar de sacar a Twitter del negocio», dijo el analista tecnológico independiente Rob Enderle de Enderle Group.
«Todo lo que tiene que hacer es guardar silencio, pero tiene que decir constantemente cosas que alienan a los anunciantes».
Musk llamó a los medios estadounidenses «racistas» el domingo después de que varios periódicos estadounidenses anunciaran que dejarían de publicar una tira cómica popular cuyo creador llamó a los negros un grupo de odio.
Musk, jefe del fabricante de autos eléctricos Tesla, la firma aeroespacial SpaceX y Twitter, hizo su comentario con respecto a la reacción violenta a una diatriba de Scott Adams, creador del «Dilbert» de larga duración, una versión satírica de la vida en la oficina.
«Durante mucho tiempo, los medios estadounidenses fueron racistas contra las personas que no son blancas, ahora son racistas contra los blancos y los asiáticos», escribió Musk en una publicación en Twitter, donde restableció a los usuarios prohibidos por discurso de odio.
«Lo mismo sucedió con las universidades y escuelas secundarias de élite en Estados Unidos. Tal vez puedan intentar no ser racistas».
Bajo el liderazgo de Musk, Tesla se ha visto afectada por múltiples demandas alegando racismo y los investigadores dicen que el discurso de odio ha florecido en Twitter.
Adams, como Musk, ha avivado cada vez más la controversia con sus puntos de vista sobre temas sociales.
Pero un video publicado la semana pasada, en el que Adams se refirió a los negros como un «grupo de odio» que los blancos deberían evitar, resultó ser la gota que colmó el vaso para muchos editores de «Dilbert».
Musk ha afirmado repetidamente que el colapso de la población amenaza a la humanidad, a pesar de las proyecciones de las Naciones Unidas de que la cantidad de personas en el planeta crecerá a más de 10 mil millones en las próximas décadas.
Se espera que más de la mitad de ese crecimiento demográfico tenga lugar en África, según un informe de las Naciones Unidas.
Blues del equipo azul
The New York Times informó que Twitter ha despedido al menos a 200 empleados, o el 10 por ciento de su fuerza laboral en una nueva ronda de despidos que incluye gerentes de producto, expertos en big data e ingenieros que trabajan en aprendizaje automático y confiabilidad de la plataforma.
Twitter no confirmó de inmediato los informes cuando fue contactado por AFP.
Esther Crawford, a cargo del desarrollo de productos de la red social, fue una de las empleadas despedidas, según el Times.
Crawford estaba entre los pocos ejecutivos de Twitter que quedaban antes de su adquisición en octubre por parte de Musk que no habían renunciado ni habían sido despedidos.
Jefa del nuevo programa de verificación de Twitter Blue, había sido una firme partidaria de Musk y la compañía, llegando incluso a retuitear una foto de ella durmiendo en un saco de dormir en su lugar de trabajo.
«Lo peor que podrías tener al verme apostar todo en Twitter 2.0 es que mi optimismo o mi trabajo duro fueron un error», escribió en Twitter.
Desde que Musk se hizo cargo de Twitter, la plataforma se ha visto afectada por el caos, con despidos masivos, el regreso de miles de cuentas prohibidas y la huida de los principales anunciantes.
La aplicación también ha visto una serie de problemas técnicos, incluido un incidente en el que los tweets de Musk dominaron repentinamente las noticias de millones de usuarios, incluso aquellos que no seguían al magnate.
En otro incidente reciente, miles de personas informaron problemas al usar Twitter cuando la red social comenzó a permitir que los usuarios que pagaban publicaran tweets de hasta 4000 caracteres.
Mientras tanto, Musk alentó a los usuarios a comunicarse más libremente en Twitter y dijo que el sitio impondría la menor cantidad de censura permitida por la ley.
«En este momento, tendrías que ser un idiota para hacer publicidad en Twitter», dijo el analista Enderle sobre la posibilidad de que los mensajes de marketing aparezcan cerca de tuits viles o dañinos.
«Existe demasiado riesgo negativo de dañar su marca y alienar a sus clientes».
