Javier Milei: Un año de cambios y desafíos en Argentina
La llegada de Javier Milei a la presidencia de Argentina ha marcado un giro significativo en las expectativas y objetivos de la sociedad. Según el analista político Roberto Bacman, el nuevo mandatario ha logrado algo que sus predecesores no pudieron: terminar su primer año con una imagen positiva superior a la que tenía al asumir el cargo.
Un inicio prometedor
Al inicio de su gestión, Milei contaba con una imagen positiva cercana al 50%. Sin embargo, eventos como la marcha universitaria y el veto a la reforma jubilatoria hicieron que este número cayera al 40%.
La buena noticia para el presidente es que su popularidad repuntó tras la disminución de la inflación, alcanzando nuevamente un 50% de aprobación. «Lo que hizo que repunte definitivamente fue la baja definitiva de la inflación», explicó Bacman.
Polarización y desafíos internos
Bacman también destacó que la sociedad argentina vive una nueva etapa de polarización. Por un lado, quienes apoyan al gobierno celebran la reducción de la inflación; por otro, los críticos expresan su preocupación por el aumento de la pobreza, que actualmente afecta al 49.9% de la población.
En cuanto a las tensiones internas, Bacman mencionó que la relación entre Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarruel, se ha deteriorado desde la llegada de Patricia Bullrich al Ministerio de Seguridad. Villarruel siente que Milei no cumplió con sus promesas, lo que la ha llevado a acercarse más al peronismo de derecha.
La política exterior de Milei
En el ámbito internacional, Milei ha adoptado una postura clara: busca una alianza incondicional con Estados Unidos y apoya las políticas del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Según el sociólogo Sebastián Schulz, esto contrasta con el enfriamiento en las relaciones con los países del bloque BRICS, del cual Argentina había sido aceptada en los últimos meses del gobierno anterior.