Juan Ramón de la Fuente, el nuevo canciller en el gabinete de Sheinbaum
El próximo gobierno de Claudia Sheinbaum ha anunciado la designación de Juan Ramón de la Fuente como titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Este nombramiento se suma a la extensa carrera de De la Fuente en el ámbito académico y diplomático, donde ha dejado huella por su compromiso y liderazgo.
Juan Ramón de la Fuente es reconocido por su destacada trayectoria como académico y profesional de la salud. Egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y con estudios en la Universidad de Minnesota y la Clínica Mayo de Rochester, De la Fuente ha combinado su formación médica con un profundo interés por la política y las relaciones internacionales.
Durante su carrera académica, ha ocupado diversos cargos de prestigio, como la dirección de la Facultad de Medicina de la UNAM y la rectoría de la misma institución, donde fue clave en la salida de una de las huelgas estudiantiles más prolongadas de la historia universitaria de México.
Además, Juan Ramón de la Fuente ha sido embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde representó al país en temas cruciales como la paz internacional y los derechos humanos. Su labor diplomática en la ONU fue reconocida por su habilidad para negociar y representar los intereses de México en el ámbito global.
En el ámbito público, fue secretario de Salud durante la administración de Ernesto Zedillo, destacándose por sus políticas innovadoras en salud pública y su lucha contra el VIH/SIDA. Durante su gestión, descentralizó los servicios de salud y creó la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, además de impulsar programas de salud reproductiva y educación sexual.
Como embajador ante la ONU, De la Fuente también contribuyó a fortalecer la posición de México en temas como el cambio climático, la paz y seguridad internacional, y la cooperación multilateral.
En el contexto político, Juan Ramón de la Fuente no ha militado en ningún partido político, manteniendo una carrera independiente centrada en la academia, la diplomacia y el servicio público. Su perfil técnico y su capacidad para el diálogo lo convierten en un puente entre diferentes sectores de la sociedad y una figura clave para la nueva administración federal.