La ONU exige a EE. UU. el fin del embargo a Cuba tras 62 años de sanciones
La Asamblea General de la ONU ha tomado una decisión contundente al aprobar, una vez más, la resolución que pide a Estados Unidos que levante el embargo económico a Cuba. Con 187 votos a favor, solo dos en contra —de EE. UU. e Israel— y una abstención de Moldavia, la comunidad internacional se ha unido en un clamor por el fin de las sanciones que han afectado gravemente la economía cubana durante más de seis décadas.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, no dudó en calificar las sanciones como «medidas inhumanas» y una «guerra económica extrema». Durante su discurso en la ONU, destacó que el presidente Joe Biden ha continuado con las políticas de su predecesor, Donald Trump, «consciente de sus consecuencias devastadoras». En un momento emotivo, pidió que se permitiera a Cuba vivir en paz, mezclando el inglés y el español en su mensaje: «Let Cuba live in peace».
La resolución, que se presenta anualmente, reafirma principios fundamentales como la igualdad soberana de los Estados y la libertad de comercio. A lo largo del año, la ONU ha recopilado respuestas de más de 180 países y 35 organizaciones internacionales, como Unicef y la OMS, que critican abiertamente el embargo. Este informe se convierte en un respaldo crucial para la causa cubana, destacando el impacto negativo de las sanciones en la vida cotidiana de los cubanos.
Desde que comenzaron las sanciones en 1959, Cuba ha enfrentado serias crisis, incluyendo escasez de alimentos, medicinas y combustible, además de apagones frecuentes y un deterioro general en la calidad de los servicios públicos. Según el gobierno cubano, el costo de las sanciones entre marzo de 2023 y febrero de 2024 alcanzó los 5 mil 056.8 millones de dólares.
El embajador iraní ante la ONU, Amir Saeid Iravani, también se pronunció enérgicamente, calificando el bloqueo como una amenaza al multilateralismo y denunciando las sanciones como un medio para lograr «objetivos nacionales mezquinos».
El apoyo a Cuba en la ONU ha sido consistente, aunque el margen de respaldo se mantiene similar al del año pasado, con la notable abstención de Ucrania.
