Cultura

La Tallera, legado de Siqueiros, museo, taller y residencia artística dedicada a la producción y crítica de arte

La Tallera abrió sus puertas en 2012 con la misión de divulgar y contribuir a la investigación del legado de David Alfaro Siqueiros, así como generar un diálogo con la producción contemporánea mediante un programa en el que funciona como museo, taller y residencia artística dedicada a la producción y crítica de arte.

Con el objetivo de crear nuevas sinergias entre los públicos, el recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, instancia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, desarrolló durante 2023 exposiciones, encuentros artísticos y actividades académicas en línea que fortalecen sus vínculos con diversas audiencias.

En tema de la digitalidad, la Escuela de crítica de arte tuvo su primera emisión en 2014. De ese año a 2019 celebró cinco ediciones anuales. Se concibió como una plataforma de convergencia interdisciplinaria dedicada a pensar la escritura como espacio de producción e intervención en el ámbito público, para desarrollar reflexiones en torno al Estado, el papel y las posibilidades de la crítica de arte en el momento presente de América Latina. Destacados profesionales formaron parte del equipo académico que impartió los seminarios a un grupo integrado, en promedio, por 15 personas en cada edición, seleccionadas tras una convocatoria. Las cinco primeras ediciones fueron presenciales y todas se llevaron a cabo en La Tallera, en Cuernavaca, Morelos.

La sexta emisión, titulada Volver a la escritura, ha sido la primera en efectuarse en línea. Se planteó como invitación para cuestionarse para qué seguimos escribiendo y, sobre todo, para qué y cómo seguimos escribiendo sobre arte. Coordinada por la artista visual y escritora Verónica Gerber Bicecci, la más reciente edición se ha propuesto como espacio para repensar la crítica desde otros formatos, géneros y voces, y para explorar la diversidad de formas de escribir sobre y como arte.

Ha sido la primera escuela abierta a toda persona interesada en participar, previo registro. La convocatoria se lanzó a través de las redes sociales de La Tallera en agosto de 2023. En el transcurso de tres semanas, aproximadamente, se habían registrado alrededor de 500 personas. Ante la respuesta, el recinto de la Red de Museos Inbal optó por la herramienta seminarios web de la plataforma Zoom, con capacidad para un máximo de mil asistentes por sesión. El número total de personas inscritas fueron 748.

Como se anunció, no hubo selección de participantes, sino que el total de personas inscritas estuvo invitado a unirse a cada una de las ocho sesiones de la Escuela de crítica como seminario en línea. El único requisito para participar en cada sesión ha sido registrarse previamente mediante un sencillo formulario emitido por Zoom, después, cada persona registrada se incorporó a las conferencias y a las mesas de herramientas.

La primera sesión, realizada el lunes 25 de septiembre, fue la conferencia Diferentes maneras de pensar la escritura, desde el cuerpo hasta la apropiación, a cargo de la artista visual Magali Lara. La sesión de apertura fue atendida por 473 personas.

El promedio de asistentes virtuales a las seis sesiones subsecuentes ha sido de 250, que radican en México, Estados Unidos, Argentina, Colombia, Perú, Brasil y Ecuador, además de tres países europeos. De México participaron personas radicadas en Cuernavaca, Ciudad de México, Mérida, Veracruz, Querétaro, La Paz, Zacatecas, Oaxaca, Puebla, Monterrey, San Cristóbal de las Casas, entre otras.

En suma, la primera edición en línea de la Escuela de crítica de arte ha multiplicado el alcance del programa académico en términos del número de personas participantes, de la diversidad de sus formas de pensar dado su origen geográfico, sus profesiones y actividades a las que se dedican. Además, los seminarios web vía Zoom permiten obtener reportes de registro, de asistencia, de preguntas y respuestas, entre otros datos estadísticos cuya sistematización logra una evaluación cuantitativa y cualitativa del programa académico. En otras palabras, La Tallera ha comenzado con la sexta edición de la Escuela de crítica la exploración de los beneficios de la digitalidad en materia de difusión de conocimientos y de intercambio entre las y los ponentes y las personas inscritas en el programa.

Atención a juventudes

Respecto a la atención a juventudes, se ha seleccionado la segunda edición del Tallera Fest, programa de actividades que La Tallera ha realizado en dos ocasiones consecutivas (primero en septiembre de 2022 y ahora en septiembre de 2023) para conmemorar dos aniversarios: el de su fundación por parte de David Alfaro Siqueiros el 20 de agosto de 1965, y el de su reapertura el 20 de septiembre de 2012, luego de la remodelación de su inmueble.

Las actividades en las cuales se registró participación mayoritaria de jóvenes, originarios de Cuernavaca o de la Ciudad de México, fueron las sesiones sonoras con Mother Boxes y Makoto Kino; con Nyx e Idioma ideal; con Agujetas Desamarradas, Erreopeo, Fryturama y Samantha Leff; y con Ex Esposos, Grito Exclamac!ón, RayYé y Attention Whores; la Feria de editoriales independientes; los conversatorios Arte y lucha libre, con Erik Jam, “Struendo”, Canelo Casas y Luis Hernández; y Fanzine ViQinga, con Eunice Guerrero, Yoko Ñim, Amaury Colmenares, María Antonieta de la Rosa y María Clara Rivarola; los talleres Creación de fanzine y Encuadernación tradicional, este último a cargo de Edith Castrejón.

La realización de estas actividades propició la reunión de jóvenes en sesiones de experimentación sonora a cargo de artistas de Cuernavaca, Ciudad de México y Monterrey. Las y los jóvenes que concurrieron en La Tallera visitaron también las exposiciones temporales de arte contemporáneo y los murales de David Alfaro Siqueiros.

Diversidad

Para ilustrar el trabajo realizado por La Tallera en este eje, la exposición Disrupción eruptiva, del artista morelense Cisco Jiménez, se despliega en la sala principal del museo y estará abierta hasta el 28 de abril de 2024.

La muestra reúne obras de Jiménez, así como objetos de sus colecciones, organizados en conjuntos aglomerados, seriales y laberínticos que permiten observar imaginarios y cualidades estéticas de culturas populares de nuestro país e incluso de lugares en África.

Además, se observa la confluencia de obras de arte y de objetos disímbolos, algunos de ellos relacionados con rituales o con carácter de fetiches. El montaje de la muestra es similar al de un gabinete de curiosidades en el cual las y los visitantes están frente a artefactos de muy diversas cualidades físicas y cosmovisiones que apuntan al crisol cultural que ha sido México.

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