López Obrador rechaza acuerdo con Yunes para apoyar reforma judicial
El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) desmintió haber negociado con el exgobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, tras señalamientos que surgieron luego de su participación en la discusión de la reforma judicial en el Senado.
El debate tomó relevancia luego de que la periodista Lydia Cacho criticara a Morena por “arropar” al exmandatario, a quien ha vinculado con figuras ligadas a redes criminales.
El 10 de septiembre, Yunes Linares asumió el cargo de senador suplente en lugar de su hijo, Miguel Ángel Yunes Márquez, quien no pudo asistir por motivos de salud (aunque posteriormente se reincorporó para la votación). Este movimiento generó especulaciones sobre un posible acuerdo con Morena, ya que se consideraba que su voto podría ser decisivo para avanzar en la reforma judicial.
La periodista Lydia Cacho, a través de su cuenta en X, denunció el acercamiento entre Morena y Yunes Linares, recordando las acusaciones de amenazas que sufrió por parte del exgobernador.
«El hombre que amenazó con armas a mi editor para que no publicase Los Demonios del Edén”, escribió Cacho, refiriéndose al libro que destapó una red de pornografía infantil en México, vinculando a personajes como Jean Succar Kuri y Kamel Nacif.
Ante estas acusaciones, durante su conferencia matutina del miércoles, López Obrador negó cualquier tipo de negociación con Yunes para asegurar su voto a favor de la reforma judicial.
“No se negoció nada, absolutamente. No hablé con Yunes ni con su hijo”, afirmó el presidente. Además, enfatizó que aunque tiene “diferencias notorias” con el exgobernador, siempre se busca un equilibrio entre “eficacia y principios” en la política.
El libro Los Demonios del Edén, publicado en 2005 por Lydia Cacho, ha sido clave en la denuncia de redes de explotación infantil en México, implicando a figuras de alto perfil. Cacho ha sido reconocida internacionalmente por su valentía, y su reciente denuncia sobre Yunes Linares ha vuelto a poner en el foco las conexiones entre poder político y criminalidad.
López Obrador concluyó asegurando que su administración no incurre en prácticas corruptas, a diferencia de lo que, según él, los “conservadores y sus voceros” piensan.
