Redacción Mx Político.- Los sudafricanos tuvieron que lidiar con la peor serie de cortes de energía en 2022. En total, el país perdió un récord de 205 días de electricidad debido a las constantes fallas en las centrales eléctricas de carbón administradas por Eskom, la empresa estatal de electricidad. Las plantas son viejas y no se han mantenido lo suficiente.
La crisis energética del país se ha ido intensificando desde abril de 2008, cuando se implementaron por primera vez los cortes de energía programados.
Una de las mayores víctimas de más de una década de severos cortes de energía han sido las redes de procesamiento y distribución de agua del país. Los apagones más recientes y más intensos han llevado a las empresas de servicios públicos de agua en partes del país a emitir advertencias sobre daños a la infraestructura y las operaciones de suministro de agua.
Los efectos negativos sobre el suministro de agua son de largo alcance. La energía y el agua están entrelazados. El sistema de reticulación de agua, el transporte de agua desde la fuente, el tratamiento de agua y aguas residuales y la distribución y entrega de agua a los consumidores, todos requieren electricidad.
Varias ciudades, incluidas Johannesburgo y la Bahía de Nelson Mandela, así como pueblos más pequeños, han tenido cortes de agua drásticos.
Estas experiencias, así como la creciente frecuencia de los derrames de aguas residuales, les han dado a los sudafricanos un vistazo de lo que podría deparar el futuro si la crisis energética no se aborda adecuadamente. Es probable que la escasez de agua y los cortes prolongados en el suministro se vuelvan cada vez más comunes.
Cómo funciona
Un sistema típico de suministro de agua entubada consta de lo siguiente:
Las redes de procesamiento y distribución de agua requieren electricidad para bombear agua, por ejemplo, a las torres de agua y depósitos y luego a los consumidores. Los cortes de energía prolongados detienen este proceso si no se cuenta con bombas de respaldo adecuadas.
Lo mismo se aplica a las plantas de tratamiento de agua. Los cortes de energía prolongados pueden causar derrames de aguas residuales si no hay bombas de respaldo que funcionen.
Los cortes de energía tienen:
- dañado aún más la infraestructura de agua ya deteriorada y envejecida. La ciudad de Ciudad del Cabo es un buen ejemplo. Los sistemas de la ciudad están en peligro de colapsar a menos que se realicen nuevas inversiones para evitar o limitar daños mayores.
- ralentizaron o cortaron la distribución y el suministro de agua ya que el sistema de reticulación de agua requiere energía (por ejemplo, bombas en funcionamiento). Sin un nivel de presión requerido continuo en un sistema de transmisión y distribución basado en bombeo, el agua no puede distribuirse ni entregarse al consumidor. En Johannesburgo, los embalses no han podido recuperarse durante los severos cortes de energía. Algunos han alcanzado niveles críticamente bajos, lo que ha provocado un suministro de agua intermitente, baja presión de agua y, en algunos casos, cortes de agua prolongados.
- infraestructura de red afectada. Esto se debe a que las estaciones de bombeo de aguas residuales se han roto debido a la vejez y la falta de mantenimiento, lo que ha provocado derrames de aguas residuales. Se han cerrado varias playas en los municipios de Ciudad del Cabo y eThekwini debido a niveles inaceptables de E. coli, atribuidos a que las bombas no funcionan o se rompen, lo que provoca derrames de aguas residuales.
Los problemas provocados por los cortes de energía se han agravado por el hecho de que la infraestructura hidráulica del país se ha ido deteriorando durante décadas. Las pérdidas de agua han ido en aumento como resultado del deterioro de la infraestructura, como tuberías viejas que no se han reemplazado.
El país también sufre demandas de agua insostenibles: no hay suficiente agua disponible para satisfacer las crecientes demandas de agua de varios sectores y consumidores. La contaminación continua del agua también reduce la cantidad de agua apta para su uso o consumo, lo que contribuye al estrés hídrico.
Además, las denuncias de corrupción y malversación de fondos también han afectado al sector.
