Entretenimiento

LUIS MIGUEL AMA A LA MÚSICA

Entrevista de ficción
-A las mujeres y a los animales
POR Livia Díaz
En la entrevista a una persona profundamente hogareña,  se encontró a alguien que hizo lo que se esperaba de él.
Paso a paso le siguió la vida, el sentido común y el sin sentido. Lo último no tiene remedio. Decepción, traiciones, que sólo aparecen y se van. Y un día reclamas el tiempo robado.

I
El puertoriqueño,  más mexicano que el pulque, tiene la piel gruesa. Se ha conformado con estar sano. «Las heridas del sol, algunas veces provocan ardores que no se deben tocar.» Aliviado, a veces con inventos modernos, consigue la paz del cuerpo, el alma y ya, con el espíritu alineado, nos recibió en su calma adonde le quisimos preguntar si su bondad de carácter fue definitiva en su ascenso. Y si ha notado que no se puede ser tan bueno.
Antes que responder, el artista miró a lo lejos. Olía a cloro con agua en ese lado del jardín y se escuchaba a alguien departir y chapotear. Quizá por eso se levantó y fue a decir algo. Pronto terminó el chapoteo, e inició un caminar de piesitos sobre sus propias manchas de agua alejándose sobre la losa porosa del lado rojo de la alberca.
Ya no dijo nada. ¿Qué podía haber agregado? Más a las preguntas y a las respuestas.
«Miky» le dijeron y le decían.

II
Se hace tarde Miky. En la bata preferida, usando nada en los pies camina la casa. Sobre madera, fibra, plásticos. Ahora a la cocina por algo para picar desde lo alto de su departamento ubicado cerca del Auditorio Nacional.
La música suena en su interior. ¿La escuchas? ¿Eres capaz de notar que tiene puesto el disco? Ahora un ritmo y otro. La mayoría acompañado de recuerdos. ¿Se matará? Algo de su biopic te alertó al respecto.  Su ritmo y su sonido lo terminan en muerte. Su dolor es la vida. El sufrimiento es un deseo.
¿Qué seguirá en su vida? Le vas a preguntar al cantante cuando emerge el hombre cansado de la misma que se anticipó en adivinanza a ella y no dijo nada, sólo te persuade de hablar.

III
Le agradecemos dejarnos ver. Lo escuchamos. Nos aprendimos su piel. Ahora sus rostros. Ahora a otra pregunta: -¿Cuál es su canción favorita?

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