Magistrados afirman que provienen del pueblo y que son el poder ejecutivo y legislativo “las élites y la aristocracia»
Magistrados del Colectivo Artículo 41 afirmaron que la verdadera aristocracia en México reside en los poderes Ejecutivo y Legislativo, no en el Poder Judicial de la Federación (PJF).
Durante una conferencia matutina, el magistrado Juan José Olvera López enfatizó que “el Poder Judicial es el pueblo mismo”, desmarcándose de acusaciones de que sus miembros provienen de élites privilegiadas.
La respuesta de los jueces se dio tras críticas por parte del partido Morena y de la presidenta Claudia Sheinbaum, quienes han señalado que el PJF está compuesto por élites y que sus cargos son heredables.
Olvera López presentó datos de un estudio reciente de la investigadora Azul A. Aguiar Aguilar, que revela que “el 70 por ciento de los actuales magistrados y jueces del país provienen de la clase baja y media baja”, y que “el 80 por ciento estudiaron en escuelas públicas desde la primaria hasta la universidad”.
“Es muy fácil que el pueblo de México recuerde a una Edna Granados en la primaria pública en Ciudad Juárez, pero es francamente imposible que recuerden a una Sheinbaum o a un Ebrard en una escuela pública”, señaló Olvera, subrayando la conexión del Poder Judicial con la ciudadanía.
La conferencia fue liderada por cuatro magistrados, tres de los cuales son egresados de escuelas públicas. Edna Lorena Hernández Granados, originaria de Ciudad Juárez, compartió su experiencia: “Conozco bien lo que es el pueblo de México, soy parte del pueblo de México. Estudié en las escuelas primarias, secundarias y universidad del pueblo”.
Por su parte, el magistrado José Rogelio Alanís García destacó la importancia de mantener una carrera judicial sólida para garantizar la preparación adecuada de los jueces.
“Benito Juárez no era una persona cualquiera del pueblo; era muy preparado. Si realmente queremos más Benitos Juárez, necesitamos mantener la carrera judicial”, afirmó.
Los magistrados también hicieron un llamado a la necesidad de una mayor empatía y conexión con las demandas sociales. “Requerimos un poder judicial más humano, más plural, más sensible”, concluyó Olvera.
