El pasado 12 de diciembre, tres microsismos de baja intensidad sacudieron la Ciudad de México, generando preocupación sobre la vulnerabilidad de las edificaciones, especialmente aquellas con años de antigüedad. Estos movimientos, con epicentro en Álvaro Obregón, evidenciaron la fragilidad de estructuras ya comprometidas por el tiempo.
Movimientos Sísmicos: Un Latigazo Inesperado
Con una magnitud de tres grados, los microsismos de corta duración pero gran impacto se sintieron con fuerza en áreas específicas, como la colonia Mixcoac. Videos compartidos en redes sociales mostraron cuarteaduras en paredes y daños en infraestructuras, generando alarma entre la población.
Dos días después, nuevos movimientos se registraron, afectando principalmente Álvaro Obregón y Benito Juárez. Desalojos preventivos se llevaron a cabo en ocho departamentos del edificio Campana 21, construido hace 60 años en Benito Juárez.
Vulnerabilidad de Viviendas Antiguas
Expertos como Alejandro Salazar Méndez, ingeniero geólogo del Instituto Politécnico Nacional, advierten sobre la vulnerabilidad de las construcciones antiguas. En la Ciudad de México, donde el 41% de las viviendas tiene más de 31 años, la antigüedad se convierte en un factor crítico.
La densidad poblacional y la frecuencia de ondas sísmicas en la capital aumentan el riesgo para estas edificaciones. Salazar Méndez señala: «Un edificio tiene una esperanza de vida y habitabilidad. Lamentablemente, en la Ciudad ya hay muchas edificaciones que tienen muchos años y que ya no cumplen las normas de construcción, lo cual las pone en riesgo».
Ciudad de México: Epicentro de Viviendas Antiguas
Según la Encuesta Nacional de Vivienda (ENVI) del INEGI, la Ciudad de México lidera en viviendas antiguas, con un 41% de construcciones con más de 31 años. Esta cifra supera a estados como Zacatecas (33%) y Jalisco (28.7%). De las 2.7 millones de viviendas en la CDMX, más de un millón tiene más de 31 años.
Atlas de Riesgo Desactualizados
A pesar de la frecuencia de los microsismos, la mayoría de las alcaldías carece de Atlas de Riesgo actualizados. Solo Álvaro Obregón tiene un informe reciente, mientras que otras, como Benito Juárez, no actualizan su atlas desde 2012. La desactualización de esta información es una amenaza para los habitantes, quienes desconocen los puntos de mayor riesgo ante desastres naturales.
Urgencia en la Actualización de Información
El geólogo Alejandro Méndez destaca la importancia de mantener los atlas actualizados, considerándolos como «Atlas vivos». En la Ciudad de México, donde la geología y la densidad poblacional aumentan el riesgo sísmico, la gestión efectiva de estos documentos es crucial para la seguridad de los habitantes.
Ante la inminente amenaza de movimientos sísmicos, la Ciudad de México enfrenta el reto de fortalecer sus medidas preventivas y actualizar la información necesaria para proteger a sus habitantes. La seguridad estructural de las viviendas y la planificación urbana adecuada son claves para mitigar riesgos y preservar la integridad de la población.