Narradoras celebran legado, apertura y conquista de espacios para la literatura escrita por mujeres en México

La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), a través de la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), en el marco del Día Internacional de la Mujer, realizaron la charla Literatura actual de las narradoras mexicanas, durante la cual Jazmina Barrera, Gloria G. Fons, Adriana Azucena Rodríguez y Miraceti Jiménez coincidieron en el tema de la conquista de espacios, así como en la exposición y el tratamiento literario de tópicos considerados tabú, los cuales han logrado las voces femeninas mediante el género narrativo.

En la Sala Manuel M Ponce del Palacio de Bellas Artes, la coordinadora nacional de Literatura, Leticia Luna Aguilar, destacó la importancia de la figura femenina en la literatura mexicana; asimismo, subrayó que ésta no se comprendería en su amplitud sin las grandes contribuciones de las escritoras. Posteriormente, presentó a las participantes, de quienes reconoció su trabajo en pro de los derechos de las mujeres.

En su oportunidad, Miraceti Jiménez señaló que este tipo de encuentros representan una celebración para todas las mujeres, pues dijo que las escritoras jóvenes van ganando espacios y están alzando la voz para luchar por sus derechos, al romper limitantes como la autocensura en el contenido de sus obras.

“Yo me enfrenté a la autocensura, que fue muy fuerte. Las jóvenes poco a poco se dan cuenta y luchan por sus derechos. Mi hija escribe cosas que en mi época no se hubieran escrito, es más atrevida y se anima a escribir sobre temas que antes no se abordaban. Yo aprendo de las jóvenes y siento que ahora puedo escribir sobre lo que quiera; eso es una apertura que nos da la época y que debemos aprovechar”, comentó.

Por su parte, Jazmina Barrera reconoció las redes de apoyo que surgen entre las mismas escritoras e indicó que desde hace algunos años ha habido cambios radicales —respecto a la perspectiva de género— en torno a la industria literaria, el mercado y el contexto en el que escriben actualmente las mujeres en México.

“Cuando empecé a escribir lo hice en un ambiente que, muchas veces, era hostil. Había poco reconocimiento de las escritoras mexicanas del pasado y sus contribuciones a la literatura nacional. Sentía vergüenza o miedo de decir lo que pensaba”; por lo menos me siento mucho más acompañada y me siento protegida por una red de mujeres, agregó.

La autora de Cuerpo extraño (2013) y Punto de cruz (2021) indicó que uno de los elementos notorios en las obras de las nuevas escritoras es que se ha borrado la línea entre los géneros y destacó también el arrojo con el cual las escritoras contemporáneas abordan temas “tabú”, que no eran considerados de trascendencia literaria o que se consideraban exclusivos de la literatura escrita por hombres; lo que refleja, desde su perspectiva, apertura y libertad.       

“Es evidente que se está escribiendo más sobre maternidad, de cuidados, de abuso sexual, de disidencia sexual, de feminicidios. Hace 10 años estos temas difícilmente se trataban o era difícil que se publicaran y tuvieran esta recepción que ahora tienen. Por otro lado, las mujeres están escribiendo sobre temas que se consideraban masculinos, como la ciencia ficción”, explicó.

En tanto, Gloria G. Fons reconoció a Amparo Dávila y a Elena Garro, así como a Ethel Krauze y a Cristina Liceaga como autoras imprescindibles en la literatura contemporánea, y coincidió que la autocensura es uno de los retos a vencer por parte de las escritoras. Además, la autora de Morir en abril (2019) invitó a quienes se inician en este oficio a que no tengan miedo de señalar o denunciar cualquier tipo de agresión, acoso u ofensa de la que pudieran ser objeto.

Finalmente, Adriana Azucena Rodríguez, narradora, profesora e investigadora en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), reconoció a Luisa Josefina Hernández, Helena Beristáin y María Andueza como escritoras que la arroparon durante su formación, y recordó su libro Coincidencias para una historia de la narrativa escrita por mujeres (2014), en el cual aborda la relevancia de autoras que pasaron inadvertidas en la literatura durante el siglo XX. 

Señaló que “todo el tiempo hemos tenido narradoras impresionantes. A lo largo de las diferentes generaciones hubo muchas autoras. Por ejemplo, las autoras de la Revolución eran muchas más de las que pensamos. Me encuentro con autoras como Antonieta Rivas Mercado e Indiana Nájera, quienes dieron una versión distinta de la Revolución Mexicana”.        

“Creo que actualmente hay una recepción distinta cuando escuchamos hablar de literatura hecha por mujeres. Cuando era estudiante casi no teníamos autoras en ninguna clase. Abordamos a sor Juana, Rosario Castellanos, pero todavía me tocó el rezago que sufría Elena Garro en cuanto a lectura y discusión crítica. En cambio, ahora hay más interés cuando se habla de escritura de mujeres”, concluyó.

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