El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, expresó su enfado por la «pausa táctica» declarada por el Ejército en el sur de Gaza, una medida que provocó una ola de críticas entre los políticos de ultraderecha y tensionó aún más el panorama político en la región.
Según Netanyahu, no fue informado previamente de esta decisión, lo que generó su enérgica reacción. «Somos un Estado con un ejército, no un ejército con un Estado», afirmó en declaraciones recogidas por el Canal 12 de la televisión israelí.
El primer ministro expresó su disgusto al enterarse de la noticia por los medios y anunció una investigación sobre las decisiones tomadas. «Para acabar con Hamás he tenido que tomar decisiones que no siempre han sido aceptadas por los militares», agregó Netanyahu.
La medida anunciada por el Ejército tenía como objetivo facilitar la llegada de ayuda humanitaria y reforzar la posición de Israel ante la Corte Internacional de Justicia. Sin embargo, generó fuertes críticas dentro del propio Gobierno israelí.
El portavoz militar, Daniel Hagari, aclaró que la pausa no afectaría otras operaciones militares en el sur de Gaza, pero esto no impidió la indignación de líderes ultranacionalistas del Gobierno.
El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, calificó al responsable de la decisión como «un auténtico idiota» y cuestionó la estrategia de seguridad. «Es hora de eliminar este anticuado concepto que solo provoca más muertos y caídos en combate», expresó en redes sociales.
Por su parte, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, criticó que la decisión priorizara la legitimidad internacional sobre la victoria en Gaza y acusó al Estado Mayor del Ejército de estar «completamente desconectado» de la realidad en el terreno.
La «pausa táctica» se produjo después de la muerte de ocho militares en combate, lo que agudizó las tensiones en un momento de gran sensibilidad política en la región.
