Nuevas lluvias azotan el sur de Brasil afectado por las inundaciones mientras se duplican las evacuaciones
Los cielos se abrieron una vez más el viernes en el sur de Brasil, ofreciendo poco respiro a aquellos cuyas casas han sido tragadas por las inundaciones, mientras que el número de personas obligadas a evacuar se duplicó en 24 horas.
Los residentes del estado de Rio Grande do Sul se preparaban para un fin de semana de fuertes lluvias, que llegarían justo cuando las aguas que convirtieron las calles de la ciudad en ríos habían comenzado a disminuir.
El diluvio, que los expertos vinculan con el cambio climático exacerbado por el fenómeno meteorológico de El Niño, ha afectado a casi dos millones de personas, dejando 126 muertos y 756 heridos.
Según las autoridades, otras 141 personas siguen desaparecidas.
La capital del estado, Porto Alegre, hogar de 1,4 millones de habitantes, intentó retomar cierta normalidad el viernes, con algunos negocios abriendo y el tráfico bloqueando las calles a medida que las aguas retrocedían.
Pero entonces, las amenazadoras nubes grises trajeron un nuevo aguacero.
En la región se esperan precipitaciones con «intensos vientos y granizo», según el Instituto Nacional de Meteorología.
El sitio MetSul Meteorología informó «un nuevo período de intensa inestabilidad atmosférica», con hasta 200 milímetros de lluvia hasta el lunes.
Agua potable escasa
El río Guaiba del estado, que atraviesa Porto Alegre, alcanzó niveles históricos esta semana.
En las últimas 24 horas, el número de personas obligadas a huir de sus hogares casi se duplicó hasta alcanzar unas 411.000 personas, según cifras de la defensa civil.