El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, negó que Alejandro Arcos Catalán, el alcalde de Chilpancingo asesinado recientemente, hubiera solicitado protección especial al Gobierno antes de su muerte.
En conferencia este martes, Harfuch señaló que ni su dependencia ni la Guardia Nacional recibieron una solicitud de seguridad por parte de Arcos Catalán, contradiciendo las declaraciones que el propio alcalde hizo en una entrevista la semana pasada.
En esa ocasión, Arcos Catalán habría pedido públicamente al gobierno estatal y federal que reforzaran la seguridad en su municipio, destacando que él y su equipo «no eran gente de conflicto» y que aspiraban a la paz.
“Nosotros vamos a seguir trabajando, vamos a seguir luchando por nuestra comunidad”, expresó el alcalde antes de su asesinato.
Pese a estas declaraciones, Harfuch afirmó que no existía ninguna petición oficial de protección. Solo cuatro alcaldes en todo el país han solicitado equipos de seguridad por motivos de inseguridad, dos de ellos en Guerrero y dos en Guanajuato, según el secretario.
“En este caso de la persona referida, no hay ninguna solicitud de protección a la Secretaría de Seguridad o la Guardia Nacional”, señaló.
Arcos Catalán fue decapitado el fin de semana pasado tras desaparecer cuando se dirigía a una reunión en la localidad de Petaquillas, a unos 10 kilómetros de Chilpancingo.
De acuerdo con Harfuch, el alcalde viajaba solo, sin escolta ni chofer, y se perdió contacto con él en una comunidad cercana antes de que su cuerpo fuera encontrado.