Papa Francisco llama a la unidad en su mensaje navideño y reprende los chismes en el Vaticano
En su tradicional mensaje navideño, el Papa Francisco instó a los burócratas del Vaticano a dejar de hablar mal unos de otros, enfatizando la importancia de la unidad y la humildad dentro de la comunidad eclesial. Con voz congestionada y tras haber cumplido 88 años, el Papa utilizó esta ocasión para abordar un tema recurrente: el daño que causan los chismes y las críticas entre colegas.
Un llamado a la humildad
Durante su discurso, Francisco afirmó: “Una comunidad eclesial vive en gozosa y fraterna armonía en la medida en que sus miembros transitan por el camino de la humildad, renunciando a pensar y hablar mal de los demás”.
El Papa subrayó que “el chisme es un mal que destruye la vida social, enferma el corazón de las personas y no lleva a nada. La gente lo dice muy bien: el chisme es cero”.
Este mensaje se dirige a un ambiente laboral que, según ha señalado el Papa en ocasiones anteriores, puede volverse tóxico debido a las habladurías. En su discurso, recordó que es fundamental mantener un diálogo abierto y honesto, instando a sus colaboradores a expresar sus preocupaciones directamente en lugar de hacerlo a sus espaldas.
Reflexiones sobre la guerra en Gaza
Antes de abordar el tema de los chismes, Francisco recordó la devastación causada por la guerra en Gaza, lamentando que incluso su patriarca no pudo entrar debido al bombardeo israelí. “Ayer bombardearon a niños. Esto es crueldad, esto no es guerra”, afirmó con preocupación.
Mensaje a los empleados laicos
Tras dirigirse a los prelados del Vaticano, el Papa ofreció un mensaje más suave a los empleados laicos, agradeciéndoles por su servicio y recordándoles la importancia de pasar tiempo con sus familias. “Si tienen algún problema en particular, díganlo a sus jefes, queremos resolverlo”, agregó Francisco, enfatizando que las dificultades deben abordarse mediante el diálogo.