Pemex desafía promesas al continuar quema de gas en campo Ixachi

La petrolera estatal Pemex no solo ha continuado, sino que ha aumentado la quema de gas en el campo Ixachi en Veracruz, a pesar de prometer detener la práctica dañina para el medio ambiente en noviembre de 2022.

La quema en las plantas procesadoras de Papan y Perdiz aumentó de 1.000 millones de pies cúbicos en el momento del compromiso de Pemex, a 1.300 millones de pies cúbicos en enero, según datos satelitales analizados por Reuters.

La quema, que consiste en quemar el gas de la producción de petróleo en lugar de procesarlo, emite gases de efecto invernadero nocivos y desperdicia un recurso natural potencialmente lucrativo.

Cuando Reuters visitó el sitio a mediados de febrero, encontraron cuatro enormes bengalas ardiendo. Cinco residentes locales dijeron que las bengalas se encendían casi constantemente y las imágenes satelitales indicaban que las bengalas aún estaban activas la semana pasada.

Ni Pemex ni las autoridades energéticas del gobierno aceptaron las solicitudes de comentarios de Reuters.

Pemex ha estado bajo presión sostenida por parte de la Comisión Nacional de Hidrocarburos de México, los ambientalistas y el gobierno de los Estados Unidos para detener esta práctica. La compañía ha prometido varias veces reducir las tasas de inflación, reconociendo que su pobre historial ambiental está dificultando el acceso a la financiación.

El 18 de noviembre, el presidente ejecutivo de Pemex, Octavio Romero, publicó un video comprometiéndose a comenzar a procesar 300 millones de pies cúbicos de gas por día de Ixachi y detener la quema en el sitio para el 15 de enero.

Sin embargo, múltiples fuentes en Pemex y las autoridades energéticas de México dijeron a Reuters que esta promesa no era realista. Pemex es el principal productor de petróleo más endeudado del mundo y carece de la capacidad para desarrollar la infraestructura para procesar cantidades tan grandes de gas.

Fuentes senior de la compañía dijeron a Reuters que Pemex preferiría pagar multas que lidiar con el problema de la quema de gas, ya que prefiere dirigir sus recursos hacia la producción de condensado, una forma de crudo liviano.

Actualmente, la compañía está luchando para aumentar la producción de petróleo a 2 millones de barriles por día, un aumento del 12 % con respecto a los niveles actuales, una promesa clave en la política energética nacionalista del presidente López Obrador.

En diciembre, Pemex publicó un plan de negocios actualizado para 2023-2027, que nuevamente prometió reducir las emisiones pero también estableció objetivos más altos para aumentar la producción de petróleo y gas.

Además de exacerbar su ya pobre historial ambiental, la batalla de Pemex para alcanzar los objetivos oficiales puede estar poniendo en riesgo la seguridad. La semana pasada, se produjeron tres incendios separados en las instalaciones de Pemex el mismo día, lo que provocó un nuevo escrutinio de su historial de seguridad.

Con informes de Reuters

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