El presidente de Rusia, Vladimir Putin, fue recibido con entusiasmo y celebraciones en su primera visita a Corea del Norte en 24 años. En las calles de Pyongyang, cientos de norcoreanos agitaban banderas rusas y norcoreanas, mientras coreaban «¡Bienvenido Putin!» y lo aclamaban a lo largo de su recorrido por la capital.
La visita, que marca un hito en las relaciones bilaterales, incluyó reuniones significativas entre Putin y el líder norcoreano Kim Jong Un. Ambos líderes expresaron su compromiso con la cooperación mutua y la consolidación de lazos basados en el respeto y la igualdad.
Durante las conversaciones, Putin destacó la importancia histórica de las relaciones entre ambos países y adelantó la firma de un nuevo acuerdo bilateral que fortalecerá la cooperación en diversas áreas estratégicas.
Kim Jong Un, por su parte, manifestó su apoyo total a Rusia en su conflicto con Ucrania, describiendo el papel de Rusia como crucial para la estabilidad global y expresando solidaridad con las acciones emprendidas por el gobierno ruso para proteger su soberanía y seguridad.
La visita culminó con Putin y Kim Jong Un compartiendo un momento protocolar en la Plaza Kim Il Sung, donde fueron recibidos con música festiva y vítores de la multitud. Ambos líderes se mostraron cordiales y optimistas sobre el futuro de las relaciones bilaterales, incluso sugiriendo la posibilidad de que la próxima reunión se lleve a cabo en Moscú.
