En un panorama energético revelador, Quintana Roo emerge como el estado de mayor demanda energética en la Península de Yucatán y el más dependiente de fuentes externas para su suministro. Según datos de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo (Sema), la región ha experimentado un crecimiento anual del 6.7% en demanda energética desde 2021.
El titular de la Sema, Huguette Hernández Gómez, expuso que Quintana Roo lidera la demanda energética con un total de 4,965 gigawatts por hora en 2021, representando el 48% a nivel regional. Para 2022, esta cifra aumentó a 5,471 gigawatts por hora, consolidando su posición como el principal consumidor de energía en la península.
Sin embargo, esta alta demanda contrasta con la escasa capacidad de generación energética del estado, que solo produce el 3.49% de su consumo total, principalmente a través de turbinas de gas y diesel. Como resultado, Quintana Roo depende en un 94% de la energía importada de otras entidades del país, en su mayoría generada por combustibles fósiles.
Este panorama energético coloca a Quintana Roo en la primera posición nacional en cuanto a precios marginales locales de la energía eléctrica, con un costo promedio de 6,237 pesos por megagawatt/hora. Además, se ubica entre las entidades que más energía deben consumir para generar una unidad del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, según el índice de Intensidad Energética de la Economía.
La industria hotelera de Quintana Roo también juega un papel destacado en este escenario, siendo la de mayor consumo eléctrico y térmico del país, con un total de 4.17 petajoules por año. Ante este panorama, la Sema ha puesto en marcha el Programa Piloto de Eficiencia Energética en el sector hotelero, en colaboración con el Laboratorio de la Universidad de Berkeley.
Este programa busca incorporar prácticas de ahorro eléctrico en la industria turística de Cancún y brindar acceso a financiamiento para mejorar los sistemas de abastecimiento y consumo energético. Con la capacitación proporcionada por expertos de la Universidad de Berkeley, se espera impulsar la eficiencia energética y reducir la dependencia del estado en fuentes externas de energía.
El curso, que se llevará a cabo del 2 al 25 de junio, abordará diversos temas, desde medidas de eficiencia energética hasta opciones de financiamiento para proyectos de mejora en el consumo energético, con el objetivo de promover un desarrollo sostenible en la región y reducir su huella ambiental.
Con información de El Economista
