Rubalcava despliega todo su arsenal para conquistar a Sheinbaum y Brugada en Cuajimalpa
El alcalde de Cuajimalpa, Adrián Rubalcava Suárez, organizó una monumental fiesta para recibir a la precandidata presidencial Claudia Sheinbaum, quien recientemente abandonó las filas del PRI para sumarse a la coalición de Morena, PVEM y PT.
Con un toque de nervios evidentes, Rubalcava desplegó su estrategia para ganarse la aceptación tanto de Sheinbaum como de la también precandidata Clara Brugada.
Entre un mar de flores, porras y gestos notorios de ansiedad, Rubalcava no escatimó en palabras efusivas hacia la futura contendiente presidencial. «Futura presidenta de México, futura jefa de gobierno (…) el día de hoy para nosotros es un día muy importante porque es un día en el que damos la recepción a quienes tomarán las riendas del país», expresó el expriísta, buscando consolidar la lealtad de Cuajimalpa hacia la nueva coalición.
Rubalcava, líder de ‘Alianza Progresista’, un grupo de expriístas que respaldan a Sheinbaum, hizo hincapié en la unidad y el apoyo total hacia la precandidata. «El día de hoy, jefa, como pudiste ver en este evento, lo único que queremos es sumarnos contigo, darte todo nuestro respaldo, todo nuestro cariño», destacó enérgicamente, dejando claro su compromiso con la causa.
En un gesto simbólico, el autodenominado ‘príncipe’ de Cuajimalpa preparó una sorpresa para Sheinbaum, conocedora de su gusto por las mariposas. «La familia de Cuajimalpa tiene aquí sus banderas, unas banderas que tienen tres mariposas, que significan para nosotros mucho y sé que para ti también», reveló Rubalcava, tratando de establecer un vínculo más allá de lo político.
La respuesta de Clara Brugada no se hizo esperar, y en un tono de reconocimiento, la precandidata a la jefatura de gobierno de la CDMX felicitó a Rubalcava por rebelarse «contra la imposición, contra la antidemocracia, del partido del cartel inmobiliario». Brugada aprovechó para dar la bienvenida a aquellos que quieran sumarse a la 4T, subrayando la importancia de unirse contra prácticas que considera contrarias a la democracia.
