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Rusia intensifica devastación en ciudades fronterizas de Ucrania con bombas adaptadas

En un acto de destrucción sin precedentes, Rusia ha intensificado el uso de bombas planeadoras económicas para arrasar ciudades en el este de Ucrania, utilizando una nueva generación de bombas adaptadas que están dejando devastación a su paso.

El último ataque ocurrió el 25 de mayo en Kharkiv, donde una bomba rusa impactó el centro comercial Epicenter, dejando un saldo de 19 personas fallecidas, incluidos dos niños. Este incidente es parte de una serie de ataques que han golpeado a Kharkiv más de 50 veces este año, según Spartak Borysenko de la fiscalía regional de Kharkiv.

Las bombas planeadoras, de fabricación soviética pero modernizadas con electrónica importada, permiten a los aviones rusos lanzarlas desde bases aéreas cercanas a la frontera con Ucrania. Aunque una de las bombas recientemente lanzadas en Kharkiv no detonó completamente, ha proporcionado valiosa evidencia para las investigaciones sobre el origen y la cadena de suministro de estos mortales artefactos.

El objetivo estratégico de Rusia parece claro: «Quieren convertirlo en una ciudad fantasma, para que nadie se quede, para que no haya nada que defender, para que no tenga sentido defender la ciudad. Quieren asustar a la gente, pero no lo lograrán», declaró Oleksandr Lutsenko, gerente de la tienda Epicenter.

Según análisis de imágenes por satélite, documentos ucranianos y fotos rusas realizados por Associated Press, Rusia ha escalado la destrucción de ciudades fronterizas ucranianas utilizando estas bombas y una red expandida de pistas de aterrizaje.

El patrón de ataques muestra una rapidez creciente: mientras que Bakhmut tardó un año en ser devastada, ciudades como Avdiivka, Chasiv Yar y Vovchansk han sido reducidas a escombros en cuestión de semanas o meses. Las bombas, que pueden llevar entre 500 y 3,000 kilogramos de explosivos, son lanzadas desde múltiples bases justo al interior de las fronteras rusas, a menos de 100 kilómetros de Ucrania.

“Este no es solo un ataque, es un terror con misiles y bombas que ayuda a las tropas rusas a avanzar en tierra”, afirmó el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy en una declaración reciente.

A pesar de los esfuerzos de Ucrania por contrarrestar estos ataques, las restricciones en el uso de armamento occidental contra objetivos en Rusia han limitado su capacidad de defensa. Mientras tanto, Rusia continúa construyendo nuevas pistas de aterrizaje, como la recién identificada cerca de Belgorod, para lanzar más bombas de manera efectiva.

En respuesta a estas amenazas, el sitio de análisis de batalla DeepState ha identificado un total de 51 bases utilizadas por Rusia en un radio de 600 kilómetros de territorio controlado por Ucrania, incluidas aquellas en Crimea y en el este de Ucrania ocupado por Rusia.

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